La fundadora y diseñadora de Marchesa habría rehecho su vida con el actor dos años después de estallar el escándalo.
Georgina Chapman contaba con una gran reputación en Estados Unidos. Era la mujer de uno de los hombres más importantes de la industria del cine en Hollywood y también la fundadora y directora creativa de una gran marca de moda, Marchesa, por la que muchas actrices apostaban para grandes alfombras rojas como los premios Oscar. Pero una vez que se destaparon los casos de abusos sexuales y violaciones llevadas a cabo durante décadas por Harvey Weinstein sobre diferentes actrices y aspirantes a, la diseñadora fue también señalada y apartada de las altas esferas, viéndose tanto su imagen como su empresa altamente perjudicadas.Le dio el 'sí, quiero' a Weinstein en 2007 y diez años después le presentó el divorcio. "Mi corazón está roto por todas las mujeres que han sufrido un tremendo dolor debido a estas acciones imperdonables", decía Chapman en el comunicado en el que anunciaba su divorcio del ya considerado por la justicia como un violador. "Elegí dejar a mi esposo. Ahora el cuidado de mis hijos es mi prioridad y pido privacidad a los medios este momentos". Tras estas palabras y tras ganarle el juicio al exproductor (quien tuvo que pagarle más de millones de dólares), la diseñadora se mantuvo en un segundo plano totalmente alejada de los medios de comunicación en compañía de los dos hijos que tiene con Weinstein: India, de 9 años; y Dashiell, de 6.
Fueron varias las ahora importantes actrices que contaron públicamente haber sido presionadas por Weinstein a lo largo de su carrera para que luciesen diseños de su mujer en diferentes eventos. Si no lo hacían, se verían gravemente perjudicadas. Fue el caso de Felicity Huffman, una de las primeras en denunciar estos hechos. También Sienna Miller, que aseguró que aceptó hacerlo durante la promoción de la película 'Factory Girl', que se estrenó en 2006 y estaba producida por la ya desaparecida Weinstein Company.
Las actrices vuelven a confiar en Marchesa
Ahora que Harvey Weinstein está ya en la cárcel (o lo estará en cuanto abandone el hospital en el que ha sido ingresado por problemas cardíacos) la mirada se ha vuelto a poner sobre la mujer que se retiró de su lado en cuanto todo estalló. Chapman sufrió grandes consecuencias tanto personales como profesionales cuando se conocieron los hechos delictivos pero desde entonces la diseñadora ha conseguido recuperar -poco a poco- la reputación que había tenido hasta entonces. Varias celebrities han vuelto a usar sus vestidos en eventos públicos, como fue el caso de Priyanka Chopra quien aseguró que "Georgina es mi amiga", y añadió: "No es su culpa y no creo que esté bien acusar a una mujer que se ha hecho a sí misma por algo que hizo otra persona".
También obtuvo 'el perdón divino' de la editora jefa de la cabecera de moda más importante del mundo, Anna Wintour de Vogue USA, quien en la edición de junio de 2018 escribió una carta defendiendo a la diseñadora: "Creo que una persona no debe hacerse responsable de la acciones de su pareja". De hecho Chapman (ya separada profesionalmente de la que era su socia, Keren Craig) ha vuelto a desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York recuperando así el sitio que se tenía, esta vez por méritos propios.Pero Georgina Chapman no solo ha conseguido encauzar de nuevo su vida profesional, parece que también lo ha hecho en el terreno sentimental. Según ha dado a conocer un amigo cercano de la diseñadora, esta tendría una relación con el conocido actor Adrien Brody. Ambos se conocían desde hacía ya años tras haber trabajado el americano en varias producciones de Harvey Weinstein para Miramax como fue el caso de 'El pianista' (Roman Polanski, 2002). Ambos retomaron su relación tras el escándalo cuando coincidieron en un desfile de ropa de baño en Puerto Rico de la modelo Helena Christesen el pasado mes de abril de 2019.