George Clooney era hasta hace unas horas el soltero de oro de Hollywood. Guapo, atractivo y con una posición privilegiada en la industria del cine, lo hacían el hombre perfecto para millones de mujeres alrededor del mundo. Sin embargo, estaba obcecado en seguir siendo un recalcitrante soltero, ya que según él mismo, fue un pésimo marido en su primer matrimonio. Pero la guapa abogada Amal Alamuddin se cruzó en su camino hace menos de un año y ha logrado que veamos una estampa que creíamos que nunca llegaríamos a ver.
A media tarde, las aguas del canal comenzaron a llenarse de taxis acuáticos que llevaban a los invitados al hotel Aman Canal Grande, lugar donde se celebraría la ceremonia y que es el único con siete estrellas de la zona. La comitiva iba encabezada por el novio, quien saludaba desde una barca junto a sus padres a todos los medios congregados con una enorme sonrisa. Clooney escogió para la ocasión un traje de Armani negro acompañado de pajarita del mismo color y una camisa blanca.
A su llegada los invitados fueron recibidos con champagne y canapés de polenta con setas y jamón prosciutto con higos. La ceremonia, según algunas fuentes, fue muy emotiva, y Clooney, fiel a su estilo, no paró de bromear. Estuvo oficiada por el amigo de la pareja y exalcalde de Roma Walter Veltroni. En el banquete posterior sirvieron platos como langosta o risotto al limón mientras sonaban en el hilo musical grupos tan conocidos como Blondie, Jackson 5, Amy Winehouse y Daft Punk.
Fuertes medidas de seguridad
Aunque la puesta en escena fue fascinante, no se ha podido ver el detalle más importante de cualquier boda: el traje de la novia. Amal Alamaddin pasó todo el sábado recluida en el hotel a la espera de que llegaran los invitados con el objetivo de salvaguardar la exclusiva, que se valora supera el millón de dólares y que Clooney anunció que destinaría a causas benéficas. La presencia de Anna Wintour parece apuntar a que las fotografías aparecerán en la portada de la revita Vogue USA. Para evitar filtraciones, todos los dispositivos móviles de los invitados fueron requisados y se les entregó a cada uno un iPhone especial para que pudieran seguir estando comunicados.