Gemma Mengual es una exnadadora de natación sincronizada, considerada como una de las deportistas bandera del deporte español. Su vida ha sido el agua durante más de 20 años en los que ha cosechado numerosos triunfos y reconocimientos. Más conocida como 'la sirena', Mengual ha vivido en un constante ejercicio de encajes desde que comenzó a competir en la sincronizada a los 15 años, hasta que decidió retirarse definitivamente tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
El agua ha sido su hábitat, como ella misma la ha calificado. En la piscina ha llegado a pasarse hasta diez horas diarias entrenando. Sus movimientos debían ser perfectos, coordinados, contundentes, expresivos y originales, todo a la vez. Mengual puede presumir de ser la pionera de un deporte muy minoritario y de alta exigencia que antes de su llegada apenas era conocido. De la mano de la que fuera entrenadora del equipo español, Anna Tarrès, transformaron para siempre la natación sincronizada en nuestro país y convirtieron a España en una potencia mundial. Un deporte que ha crecido gracias al arte de aquella niña a la que le gustaba disfrazarse y soñaba con ser cantante o artista.
Con 36 medallas en su haber repartidas entre mundiales, europeos y Juegos Olímpicos, siete de ellas de oro y dos platas olímpicas, Gemma Mengual es el rostro de la natación sincronizada española y una de las deportistas más laureadas de nuestro país. Algo que siempre la ha caracterizado han sido sus cualidades de velocista: gran explosividad y potencia en sus brazos y piernas, además de su agilidad y flexibilidad dentro del agua, donde es muy expresiva en sus coreografías.
Hacemos un repaso a toda su extensa y exitosa carrera desde el momento en el que sus padres la apuntaron a un club especializado de natación hasta su última participación en unas Olimpiadas.
"Mamá, yo quiero hacer esto"
Gemma Mengual conoció la natación sincronizada a los ocho años, cuando vio una exhibición de su prima Judith en el Club Kallipolis de Barcelona. Desde aquel momento Mengual quedó totalmente enamorada de esta disciplina y le dejó bien claro a su madre que eso era lo que quería hacer. Enseguida sus padres la apuntaron al club barcelonés, donde fue entrenada por Anna Tarrés, que la incorporó a su equipo en 1992 tras ver sus magníficas cualidades, siendo esta una gran oportunidad de desarrollar sus habilidades en el agua.
Quién le iba a decir a esa niña que aprendió a nadar en la playa de L'Estartit que su pasión por el agua la llevaría a convertirse en la pionera de la natación sincronizada en España. Ella misma ha llegado a confesar que a sus padres les costaba convencerla de que había vida fuera del agua. "Me obligaban a salir cuando me veían toda arrugadita y con los labios de color lila", declaró la catalana en una entrevista.Desde aquel entonces el agua ha sido uno de los elementos más importantes en su vida, un placer egoísta y, como la propia Mengual dijo en una ocasión, "solitario, donde todo desaparece". Lo que más le gustaba de pasar horas y horas bajo el agua era el silencio, el vacío que se creaba y que indicaba que todo iba bien, el no oír ni ver nada, sólo silencio y el color azul. De esta manera la nadadora conseguía evadirse de sus problemas que, al igual que el cuerpo, en el agua pesaban mucho menos y, cómo mínimo, se aparcaban, se congelaban. Dentro del agua conseguía ordenar sus ideas y le permitía ser ordenada y metódica, algo que le costaba ser fuera de ella.
Primeros campeonatos
Su primer triunfo es algo que siempre recordará de una manera bonita y como algo muy grande. Llegó dos años después de empezar a competir profesionalmente, en 1994, cuando consiguió ser subcampeona juvenil de Europa.
Tras haber participado como voluntaria en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, Mengual logró hacer su sueño realidad al conseguir ir a sus primeras Olimpiadas en el año 2000 en Sidney, en las que quedó en la octava posición en la categoría de dúo. En junio de ese mismo año comenzó su consolidación internacional, consiguiendo el bronce en individual en el Europeo de Helsinki, por detrás de la rusa Olga Brusnikina. Desde aquel momento Mengual ya no se bajó del cajón en la máxima competición continental, donde ha acumulado hasta 17 metales.
En el Mundial de Barcelona, tres años más tarde, ya había crecido su estrella. Allí logró sus tres primeras medallas internacionales junto al resto de sus compañeras. Tres días que cambiaron por completo su vida y la de la natación sincronizada española, que consiguió salir del túnel de lo desconocido en el que se hallaba. A partir de entonces empezó a recibir muchas llamadas de medios y propuestas publicitarias.
Más tarde, ya en los Juegos de Atenas en 2004, consiguió acercarse al podio con el equipo español, consiguiendo una cuarta plaza en la modalidad de equipos y en la de dúo también. Su cuarto puesto con el equipo español estuvo rodeado de polémica con los jueces, ya que su actuación fue muy superior a la de las estadounidenses, que obtuvieron la medalla de bronce. Un año después, junto a la que fue su compañera de dúo durante una década, Paola Tirados, lograron la medalla de plata en los mundiales celebrados en Montreal. Tan sólo fueron superadas por las rusas Anastasia Davydova y Anastasia Ermakova.
Éxito en Melbourne
Siempre habrá un antes y un después del mundial de Australia de 2007 para la natación sincronizada española. Gemma Mengual y sus compañeras batieron todos los récords en un mismo mundial. España hizo un hito histórico con sus seis medallas, cuatro de plata y dos de bronce, y Mengual, individualmente, se consagró como la deportista española con más podios en un mismo campeonato universal. Nadie hasta la fecha lo había conseguido y es muy difícil que alguien lo vuelva a lograr.
Tras este gran resultado, España, que nunca había ganado una medalla en unos Juegos Olímpicos, partió como favorita para el podio en Pekín 2008. Gemma Mengual se convirtió en la reina de Melbourne con sus seis medallas, una más que la nadadora rusa Natalia Ischenko.
Los 4 oros europeos de récord y las dos platas olímpicas
En el año 2008 ocurrió algo sin precedentes en este deporte. Gracias a sus buenos resultados Gemma Mengual se convirtió en la única nadadora en ganar cuatro oros en unos campeonatos de Europa, llevando a España a entrar en la historia de la natación sincronizada. Además, estos cuatro triunfos Mengual siempre los recordará de una manera especial, ya que España subió al podio con la medalla dorada hasta en cuatro modalidades y por primera vez consiguió superar a Natalia Ischenko en individuales, siendo este su primer oro en solitario.
Ese mismo año la nadadora catalana consiguió el único metal que le faltaba en su amplio palmarés: una medalla olímpica. Los Juegos de Pekín fueron su momento cumbre y sus participaciones en las modalidades de dúo y de equipo le hicieron alzarse con la medalla de plata en ambas categorías.
El mundial de Roma, una espinita clavada
La voz de Ray Charles con su canción 'Yesterday' acompañó a Gemma Mengual en la que probablemente fuera la mejor actuación de su carrera, en los mundiales disputados en Roma en 2009. Una representación excelente en la que estuvo soberbia pero que no bastó para hacerse con el único título que le faltaba: el de campeona del mundo en solitario. El oro se lo llevó Ischenko con su 'Lago de los Cisnes' y Mengual quedó desmoralizada, sobre todo porque 24 horas antes se había proclamado campeona del mundo por equipos en estilo libre combinado. Pese a quedarse con esta espinita clavada, en estos mundiales consiguió cinco platas más repartidas en las categorías de solo, dúo y por equipos.
Adiós a toda una vida en el agua
El nacimiento de su primer hijo, Nil, en noviembre de 2010, fruto de su matrimonio con el empresario Enric Martín, marcó la trayectoria de la nadadora catalana. Tras ser madre por primera vez Gemma Mengual pasó una temporada alejada de las piscinas, aunque su idea era volver a la máxima competición después de su embarazo. Sin embargo, a su vuelta se encontró con una situación muy diferente a la que había dejado antes de dar a luz y no encontró el apoyo que esperaba recibir. Su entrenadora Anna Tarrès pensaba en Andrea Fuentes y Ona Carbonell como nueva pareja y ya no contaba con ella. Mengual declaró a su vuelta que se encontró con una 'pared' con Tarrès, quien, lejos de ponerle las cosas fáciles, no supo entenderla ni motivarla para ir a los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.
Fue en esa época cuando saltaron las acusaciones contra la entrenadora española por supuestos tratos vejatorios hacia sus nadadoras, quienes la tacharon de dictadora y maltratadora psicológica. Pese a esto Mengual la defendió, pero llegó a declarar que no estaba de acuerdo con la dinámica de Tarrès y que, aunque era una parte muy importante de su vida, la tenía demasiado controlada.
Después de un tiempo tratando de conciliar su vida personal con la profesional, en febrero de 2012 anunció entre lágrimas su retirada, poco antes de las Olimpiadas de Londres. Los motivos oficiales fueron que sentía que ya había dado todo lo que podía a este deporte y que ya no tenía ilusión por competir al tener que alejarse de los suyos. Desde ese momento, y con la destitución de Tarrès, Gemma Mengual fue designada como asesora artística del nuevo equipo técnico español dirigido por Esther Jaumà.
Tres años después de su retirada, tiempo en el que se volcó en su familia, Mengual regresó a la competición en 2015 junto al nadador Pau Ribes. La pareja consiguió la medalla de oro en la modalidad de dúo mixto en el XVII Trofeo Infantas de España. Posteriormente obtuvo la quinta posición en el mundial de Kazán en Rusia. Su ambición le llevó a prepararse para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 con su compañera Ona Carbonell. Sin embargo, la pareja española no pudo subir al podio olímpico de nuevo y tuvo que conformarse con una quinta posición, por detrás de las ucranianas. Con esta última participación en unos Juegos, Gemma Mengual puso fin definitivamente a una extensa carrera dedicada a la natación sincronizada.