Nació en Tánger pero se crió y creció en Huelva y sus raíces andaluzas le hicieron dueño de ese arte y simpatía que transmitía siempre que se ponía delante de sus espectadores. Ese reconocimiento como cómico durante toda su carrera le ha valido a Pedro Reyes para ser despedido eternamente este jueves en Valencia, un día después de su inesperada muerte, por numerosos amigos del mundo de la interpretación.
No faltó su viuda, Gemma Fuster, que fue consolada por personas allegadas que se volcaron con ella para paliar su desolación. Fue precisamente ella quien se llevó el mayor palo, ya que le vio morir mientras dormía.
Una vida de humor y éxitos
Pedro Reyes nació el 8 de mayo de 1961 en Tánger, Marruecos, aunque pronto se trasladó a Huelva, donde vivio y creó el grupo de teatro Centuria. Allí conoció a uno de sus mejores amigos: Pablo Carbonell.
A los 20 años se trasladó a Sevilla con Pablo Carbonell, con el que montó el grupo Pedro y Pablo. Su estancia en la capital andaluza se prolongó durante solo un año, ya que decidieron marcharse a Madrid para probar suerte como cómicos en la capital de España.
Desde entonces no paró de trabajar, desarrollando su carrera tanto en la televisión como en el cine y el teatro. 'La bola de cristal' le abrió las puertas de la pequeña pantalla, que le consolidó con el inolvidable 'No te rías, que es peor'. Además de eso, apareció en las series 'Abierto 24 horas' o 'Los Hombres de Paco'.
En cine tiene títulos como 'Ja me maaten', ¡Atraco a las tres y media', 'Atún y chocolate', cinta en la que apareció junto a su amigo Pablo Carbonell, o 'La curva de la felicidad', trabajo que le valió un premio en el Festival de Cine de Alicante.
En teatro representó entre otros títulos 'Full de reyes y reina' y 'Mi tío no es normal'. En la actualidad estaba triunfando en el Teatro Alameda de Málaga con la obra Taxi, dirigida por el propio Josema Yuste y en la que también compartía escenas de jueves a domingo con Felisuco, Javier Losán, Esther del Prado y Diana Lázaro.