El músico todavía piensa que su exmujer es increíble y reconoce que no quería divorciarse de ella. Sin embargo se queda con lo bueno: sus tres hijos.
El matrimonio formado por Gavin Rossdale y Gwen Stefani terminó en el año 2015 tras 20 años como pareja y 13 años como matrimonio. Sin embargo, parece que el rockero aún no ha superado esta ruptura, ya que ha confesado que él no quería divorciarse de su mujer, a la que se sigue refiriendo como alguien increíble.
El cantante ha concedido una entrevista para la revista Fabulous y ha abierto su corazón confesando algo que hasta ahora se desconocía: "El divorcio era completamente opuesto a lo que yo quería. Realmente no quería... pero aquí estamos", dijo Rossdale. Y continuó explicando sus sentimientos: "Aparte de la muerte, creo que el divorcio es una de las cosas más difíciles y dolorosas por las que hay que pasar". El cantante confiesa que de su relación con Gwen Stefani salieron muchas cosas buenas, pero reconoce que él habría actuado de manera diferente en muchas ocasiones ahora que puede echar la vista hacia atrás. Rossdale continúa diciendo: "Sé que todos lo deseamos, pero no podemos, por lo que tengo que lidiar con la realidad". Además, añade: "No puedes no tener remordimientos y ser humano al mismo tiempo".
Todavía enamorado
Gavin Rossdale continuó con su entrevista y según iba hablando más se le notaba que seguía sintiendo algo por Gwen Stefani: "Pasamos 20 años juntos y eso sí que es increíble, igual que ella. Es toda una vida. Sigo pensando que es alucinante. Fueron unos años hermosos y tenemos tres hijos increíbles. Había un montón de cosas positivas".
Además, la expareja se ha comprometido a ejercer como padres de manera conjunta a pesar de la separación: "Lo único -lo único bueno, porque todo lo demás no es bueno- es que nos preocupamos por los niños y se trata de ellos. Así que hacemos todo lo posible para que el cambio sea lo mejor posible".