El futbolista del Real Madrid y su novia de la infancia parece que este año tampoco podrán cumplir su sueño de pasar por el altar por culpa del padre de ella.
Una vez más, el sueño del jugador de fútbol del Real Madrid, Gareth Bale, de pasar por el altar tendrá que esperar. El esperado enlace entre el futbolista y su novia de toda la vida, Emma Rhys-Jones, se ha vuelto a posponer por culpa del padre de esta. Todo apuntaba a que este mismo verano la pareja pasaría por el altar en un escenario de ensueño, el castillo italiano de Vincigliata, pero decidieron cancelarla después de que Bale y su novia discutieran por Martin Rhys-Jones, el padre de ella.
Una fuente cercana a la pareja asegura que ambos habrían decidido retrasar la boda hasta el próximo año con el fin de darse un tiempo y arreglar la disputa familiar que ha generado en el último año una auténtica "montaña rusa emocional". Dicha fuente ha hablado para el medio británico The Sun: "Hay una gran confusión familiar ahora mismo. Quieren que las cosas se calmen antes de casarse". Aunque el amor no se haya acabado entre ellos, ya que asegura que "siguen estando muy enamorados", los problemas a los que se tienen que enfrentar son muchos. Además, se rumorea que Emma querría ganar algo de más tiempo para recuperar su figura después de que en el mes de mayo se convirtiera en madre de su tercer hijo, el pequeño Axel Charles.
Una boda que nunca llega
No es la primera vez que la pareja cancela sus planes de boda por culpa de algún miembro de la familia de la novia. Hace seis años, cuando tenían pensado pasar por el altar, el padre de ella fue detenido y condenado por haber estafado a unas 200 personas. En 2016, Bale volvió a pedir matrimonio a su pareja, pero una vez más los familiares de la novia lo fastidiaron todo, ya que sus abuelos y otros familiares tuvieran problemas con la ley y con la mafia de Gales.