Aunque no había perdido la esperanza en el amor, lo veía complicado por su vida tan ajetreada, viajando de aquí para allá para cumplir con sus compromisos profesionales, pero al final todo pasó cuando menos se lo esperaba, y así lo ha contado: "No daba por perdido encontrar el amor, pero estaba ya un poco ahí diciendo: 'Bueno, pues ya será cuando sea', y apareció en el momento menos pensado".
De ese primer encuentro ha dado muchos detalles, diciendo: "Estaba en Nueva York compitiendo en el Abierto de Estados Unidos, un torneo muy importante, un Grand Slam, y uno está centrado. Mi hotel estaba cerca de Central Park y, aburrida en la habitación, pensé en ir a dar un paseo por el parque. Salgo y en una de esas calles me lo cruzo caminando y de repente él se gira y me dice: 'Buena suerte en el US Open'. Me quedé pensando: '¡Qué chico tan guapo!'. Y, a partir de ahí, pues conectamos y todos los días íbamos a dar paseos por Central Park. Muy romántico, la verdad. Fue realmente un flechazo a primera vista, porque desde el primer momento tuvimos una atracción, fue algo totalmente inesperado que surgió así, encontrándomelo por la calle, y muy bonito".
Además, tienen una foto de ese primer momento, porque él le pidió fotografiarse a modo de fan. "Me pidió una foto y ahora tenemos la foto del momento exacto en que nos conocimos enmarcada. La pidió así como fan tímido y tendremos toda la vida ese momento, es muy bonito", ha dicho la tenista.
Lo dejó todo por ella
Su relación en un principio iba a ser a distancia, porque ella vivía en Suiza y él en Nueva York, pero él no dudó en dejarlo todo por ella, y así lo ha recordado Muguruza, diciendo: "Él fue muy valiente, dejó todo lo que tenía en Nueva York y se vino conmigo a viajar y a apoyarme en mi carrera, y aluciné un poco porque no todo el mundo tiene ese valor para apostar en el amor así tan rápido. Él fue: 'Me voy contigo porque siento que es lo que tengo que hacer'. Y se mudó conmigo a Ginebra".