A pesar de que esas declaraciones no suelen ser muy extensas, esta vez Gabriela Guillén ha decidido hablar más de lo habitual con los medios. En una de sus salidas, tras explicar que tenía un resfriado a raíz de que su hijo se había puesto enfermo, la empresaria ha respondido a la pregunta de si iba a poner los apellidos del padre: "Supongo que sí". Esta actitud deja ver cómo ella está dispuesta a que su hijo lleve los apellidos de Bertín Osborne. "Esto tiene un proceso que lo decidirá el juez, yo no tengo ni idea de leyes y cómo van estas cosas", confesaba.
Sobre si quería que fuera primero el apellido del cantante o el suyo, la empresaria decía: "No se va a hacer lo que yo quiera, en este tipo de caso lo tiene que dictaminar el juez". También admitía que quería que todo se regularizara porque necesitaba tranquilidad y sobre las pruebas del Instituto Nacional de Toxicología, aunque seguía en la línea de no dar detalles. "Esto es un proceso y que cuando se termine, ya lo diremos, pero de momento no voy a decir nada más".
Los detalles del pacto de Bertín Osborne y Gabriela Guillén
Segundo, la intermediación de José Luis López, más conocido como 'El Turronero'. Este amigo de ambos consiguió que los dos padres acercaran posturas. "Es la mejor persona que he conocido en años y es la que se ha preocupado de que todo sea de buen rollo y en buena nota", confesaba Bertín Osborne en sus primeras declaraciones tras el comunicado conjunto. De hecho, fue el chófer de 'El Turronero' quien llevó a Gabriela Guillén el 20 de mayo a unas pruebas de ADN en un centro privado de Alcobendas. No obstante, habrá que esperar a que todo se calme para poder saber más información sobre el tema.