La estabilidad sentimental de Froilán vuelve a estar en el punto de mira. Según ha revelado en exclusiva el paparazzi Sergio Garrido en el programa 'Fiesta', el hijo de la Infanta Elena y Belén Perea podrían estar atravesando una profunda crisis emocional, tensando de un hilo su ya peculiar relación. Garrido afirma que en las últimas semanas la pareja ha dejado de compartir tiempo y espacio y que Belén Perea ha comenzado a hacer vida por separado. "Ella ha viajado varias veces sola a Ibiza, ha estado también en Mallorca visitando a su familia... Está buscando distancia, o al menos, eso es lo que proyecta", ha comentado el paparazzi.
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Froilán y Belén Perea en Las Ventas de Madrid en la Feria de San Isidro 2024El debate se puso aún más intenso cuando Alexia Rivas, colaboradora del programa, intervino para desmentir la gravedad del asunto. Rivas afirma conocer a Belén personalmente, explicó que la relación entre ambos nunca ha sido convencional y, que más que una ruptura, lo que ocurre podría ser una fase más dentro de su dinámica. "Froilán y Belén llevan siete años viéndose de forma intermitente, sin etiquetas ni exigencias. Nunca han querido una relación tradicional, y eso siempre les ha funcionado ", declaró.
Froilán no está preparado
No obstante, Sergio Garrido defendió que la situación actual va más allá de un simple distanciamiento ocasional. Asegura que esta vez hay un cambio significativo en las expectativas de Belén Perea, quien estaría cansada de una relación indefinida y abierta. " Ella no quiere seguir estancada. Después de tantos años, quiere avanzar, construir algo más estable. Pero él, en cambio, no está preparado para eso. Ese desequilibrio es el verdadero conflicto", aseguró Garrido. La tensión, en este caso, no vendría de la ruptura, sino del desgaste que puede generar vivir durante años en una relación sin proyección a futuro.
Para reforzar su versión, el paparazzi compartió detalles de unas fotografías recientes tomadas en Ibiza, donde se ve a Belén Perea en una finca acompañada de cuatro amigos. Aunque no se insinúa ninguna infidelidad, la imagen pública de ese encuentro no habría sentado bien a Froilán. "Él está molesto. No se trata de celos irracionales, sino de una sensación de desconexión. Ver a la persona con la que llevas años saliendo pasar cinco o seis días con otras personas, mientras tú estás en Madrid, inevitablemente te hace pensar", explicó. Todos estos hechos, sumados a la falta de definición entre ellos, habrían profundizado la crisis emocional que atraviesan.
Froilán y su amiga Belén Perea en la Feria de San Isidro 2024 en Las Ventas de MadridA pesar de todo, Garrido reconoció que entre ambos sigue existiendo un respeto mutuo, y que no se ha producido una ruptura formal. "Se siguen viendo cuando pueden. Se están respetando y eso dice mucho. Pero hay una distancia emocional evidente, que se nota en los gestos, en los silencios y en las decisiones que están tomando", concluyó. El futuro de Froilán y Belén Perea es, ahora mismo, una incógnita. El tiempo dirá si esta crisis es superable o el punto final de una historia marcada por lo inusual.
