La actriz Lindsay Lohan no está de suerte, a pesar de que intenta con todas sus fuerzas retomar su vida tal y como estaba antes de que se descarriara por el alcohol, la fiesta y las drogas, no lo logra del todo, y es que parece que hay algo que la impide avanzar.
Lindsay ocupa los titulares de los medios de comunicación internacionales y como siempre no por su trabajo sino por sus imprudencias. Lohan sufrió este fin de semana un aparatoso accidente de tráfico en California, por el que tuvo que ser trasladada en ingresada en el hospital. A pesar de ello no le impidió volver al trabajo en cuanto recibió el alta médica, algo que dice mucho de la 'nueva Lindsay'.
El pasado viernes, Lindsay había alquilado un Porsche y lo conducía por la autopista del Pacífico en Santa Mónica, California, cuando impactó contra la parte de atrás de un camión. Un golpe que la dejó magullada tanto a ella como al copiloto, su representante. El coche acabó en siniestro total, afortunadamente ambos pasajeros resultaron ilesos y pudieron ser dados de alta horas después de este aparatoso accidente.
Las declaraciones del camionero implicado
James, el camionero que sufrió el embiste de Lindsay hizo sus correspondientes declaraciones para los tabloides: " El tipo me llevó al otro lado de la calle y me dijo que esto era algún tipo de persona famosa y no quiere estar en los medios de comunicación ", dijo el conductor del camión, "Pero yo ya había llamado al 911 porque estaban tratando de escapar de la escena." El representante de la actriz ha dejado claro que no piensa darle un segundo de fama a esta persona y que Lindsay se ha de centrar en su película.
A pesar de todo, l a actriz quiso acudir al rodaje de la que será la película que la catapulte de nuevo a la fama, Liz & Dick, en la que interpreta a Elizabeth Taylor. Tras una dura sesión por maquillaje y varias capas de corrector, Lindsay estaba lista para seguir rodando.