La incorporación de Carles Francino a la serie 'Amar es para siempre' ha traído también noticias sobre su entorno familiar, y es que, durante una entrevista concedida a El País, Francino ha afirmado que durante la pandemia consiguió encontrarse consigo mismo, aunque la situación se complicó cuando algunos miembros de su familia se infectaron de covid-19, incluido su padre, que tuvo que ser ingresado y sufrió un ictus.
El 10 de mayo de 2021, el propio Carles Francino contaba ante los micrófonos de la SER en el regreso a 'La Ventana', programa que dirige desde 2012, su estancia en el hospital: "Las pasé canutas, sobre todo durante 48 horas", y es que el pronóstico de Francino no era nada favorable. Entre las secuelas de aquellos días, la perdida de voz, algunos kilos, mucha masa muscular y el citado ictus del que afortunadamente logró recuperarse.
Cada vez más cerca de su familia
El actor asegura tener una relación muy estrecha con su padre y por ello decidió trasladarse a Madrid al conocer la noticia. "No sé si hice bien o mal, pero me vine a Madrid y me concentré en ayudar a su mujer, que es a la que hay que hacerle un monumento", afirmó. Francino cree además que "la fortaleza que tiene le permitió salir rápido".
El locutor se casó en 2014 con Gema Muñoz, la que fuera su compañera de trabajo en 'Hoy por Hoy'. A pesar de su enorme discreción, se sabe que tienen dos hijos. En ese sentido, Francino reconoce en dicha entrevista sobre la mujer de su padre que "es curioso ver cómo cría ahora a mis hermanos".
Por su parte, el actor se casó el 29 de junio de 2018 con la cantante Izah, con la que comparte una casa en Bellaterra, Barcelona. "Una especie de ecoaldea", según afirma, que le ha permitido también conectar con la naturaleza. Francino reconoce que se siente afortunado por tener trabajo asegurado durante 2022, algo poco habitual en los actores, aunque el actual ritmo de trabajo hace que tenga que desplazarse con frecuencia. A pesar de ello, no parece que esto sea un obstáculo para las relaciones familiares, ya que asegura que "lo bonito de hacerse mayor es que te acercas más a la familia".