Hace unos meses la actriz Selena Gomez recibía un transplante de riñón para mejorar su calidad de vida tras la dureza con la que le atacó la enfermedad que padece conocida como lupus. La donante fue su gran amiga Francia Raísa, a la que considera familia después del gran gesto que la actriz americana tuvo con ella. Sin embargo, el proceso de recuperación fue mucho más duro e intenso para la Francia que para Selena.
La actriz americana acudió al programa de Harry Connick para hablar de cómo vivió ella el proceso de recuperación tras la operación. Raísa relató lo cuesta arriba que se le había hecho la recuperación, llegando a no poder ducharse sin ayuda los primeros días.
"No me pude mover durante los dos meses siguientes a la intervención. No podía hacer nada, lo único que podía hacer era andar. Fue muy complicado para mí". La actriz explicó el motivo por el cual ella necesitó más tiempo que su amiga para recuperarse porque quien dona el órgano, pierde algo que tu cuerpo no necesita perder mientras que Selena ganaba algo que sí necesitaba, aumentando su calidad de vida.
De amigas a familia tras la operación
Desde que se llevara a cabo la operación, ambas amigas se han sentido todavía más unidas, hasta el punto de considerarse familia. Las dos amigas decidieron operarse en junio y llevarlo de forma íntima, esperando a septiembre para hacer pública la noticia: "Queríamos esa privacidad. Era una cirugía importante. Se sentía mal por hacerme pasar por esto, porque somos amigas, no soy familiar, bueno, ahora sí, tiene mi sangre".