Para Fran Rivera el Jueves Santo es uno de los días más importantes del año. No solo él, sino también sus hermanos lo viven con muchísima emoción y año tras año se acercan a las procesiones. El torero siente especial devoción por el Cristo de las Tres Caídas, y es que este año no iba a ser menos, por lo que ha vuelto a salir de costalero.
Rivera ha lucido con muchísimo orgullo la medalla de la Hermandad de la Esperanza de Triana a la que está adscrito. Pocas horas antes de procesionar ha estado rodeado por las mujeres de su vida: su esposa Lourdes Montes y sus dos hijas, la pequeña Carmen y Cayetana Rivera. Ambas hermanas han protagonizado un bonito encuentro, porque la pequeña de la casa no ha soltado en ningún momento la mano de su hermana mayor.
Padre e hija cada vez se dejan ver en más ocasiones juntos, compartiendo momentos tan especiales como este. Desde que cumplió 18 años acude a eventos tanto con su madre Eugenia Martínez de Irujo como con su padre, y también hace gala de la buena relación que tiene con la mujer de su padre, Lourdes Montes.
Una vida muy familiar
Para la ocasión, la joven eligió un estilismo muy colorido con un pantalón ancho estampado, demostrando la enorme huella que ha dejado en sus gustos su madre con la que tiene muy buena relación y con quien disfrutó hace poco de un increíble viaje en Egipto. La complicidad de Tana Rivera con sus padres es increíble e intenta dividirse para estar cerca tanto de uno como de otro.