A medía mañana empezaron a llegar hasta aquella pequeña Iglesia del Espíritu Santo de Ronda -un lugar muy importante para el padre del pequeño- diferentes invitados. Rocío Martín Berrocal acompaña del estilista y diseñador Cristo Bañez; Elisabeth Reyes; María José Suárez[i]María José Suárez[/i] en compañía de su ya marido, Jordi Nieto; el torero Curro Vázquez junto a Pati Dominguín; y por último, a pocos minutos de dar comienzo la misa, Fran Rivera y Lourdes Montes. Tal y como explicó Eva González tras el bautizo, el motivo de las prisas era la difícil circulación por Sevilla debido al Desfile de las Fuerzas Armadas.
Sin embargo el que si no llegó en ningún momento fue el otro hermano Rivera, Kiko, ni tampoco su mujer, Irene Rosales. El padre del pequeño justificó ante los medios esta ausencia debido a que "trabajaba ayer y hoy", aseguró. Un día complicado en general para toda la familia Rivera ya que Francisco, aún que si hizo acto de presencia en la misa, no pudo quedarse al convite porque tenía que torear esa misma tarde en un festival.
Los padres felices por el gran día
A pesar de todo, para Cayetano Rivera y Eva González era un gran día. Incluso para el pequeño Cayetano que, a sus ya 15 meses de vida, es mucho más consciente que los recién nacidos que reciben normalmente el bautismo. De hecho, a su llegada se quedó fascinado al ver a tanto fotógrafo y cámara de televisión. Aún que su asombro fue mayor cuando entró dentro de la Iglesia. Todo el mundo se puso a aplaudir a su llegada y el pequeño estuvo un poco inquieto: "Estamos muy contentos, la gente se ha volcando con nosotros una vez más con nosotros", reconoce la presentadora al micrófono de 'Socialité': "La gente se puso a aplaudir cuando ha entrado y el pobre... ¡Es un bebé!".