La pareja se enfrentó a un paparazzi que les hizo varias fotos cuando estaban surfeando en una playa de Cantabria.
Shakira y Gerard Piqué han tenido un percance durante sus vacaciones al ser fotografiados por un paparazzi. Ocho personas que forman parte de la seguridad de la pareja se acercaron hacia él de muy malas maneras para pedirle que dejara de hacer fotografías, impidiéndole hacer su trabajo. En ese momento le pidieron las fotos, pero ahora Javier Rosendo, el fotógrafo, ha decidido publicarlas en exclusiva en 'Viva la Vida'.
Para él fue una situación bastante lamentable y ha hecho saber que nunca se había enfrentado a una situación como esa en la que le increparon cuando la pareja estaba haciendo surf en Cantabria. "Me han abordado, acorralado e impedido irme de allí sin mayor perjuicio que un mal trago. Ha sido patético", ha dicho sobre su fatídica experiencia en el espacio. Es en el momento en el que Shakira ve la cámara cuando se pone nerviosa y decide darse la vuelta, y mientras Piqué se empieza a acercar al periodista, momento en el que ambos se enfrentan. Poco después se produce un enfrentamiento con forcejeo, la parte más desagradable de todo. "Fue una agresión hacia la libertad", ha dicho Rosendo.
Por otro lado, ha contado que fue presionado por parte de los acompañantes del futbolista y la cantante. "Piqué me increpó para que borrara las fotografías y le dije que no, que era mi trabajo. Se dio la vuelta y sus acompañantes, directamente, vinieron a por mí. No opuse resistencia. Me coaccionaban y se acercaba sin precaución, sin mascarilla, me abordaron, me quitaron la cámara para borrar las imágenes", ha seguido diciendo. Sintió una gran impotencia
La situación cada vez estaba siendo más tensa, y el problema llegó cuando les pidió que por favor no borraran las fotos de la cámara, porque tenía imágenes de una boda, pero a las personas de confianza de Piqué y Shakira les dio igual, borrando todo el contenido y sintiendo Rosendo una increíble impotencia. "Me hicieron el favor de no tirar la cámara al mar, un gran gesto", ha dicho con ironía. Fue poco más tarde cuando llamó a la Guardia Civil para denunciar la situación.