Galería: Toñi Moreno, la presentadora de moda
Toñi Moreno ha sido una de las productoras que han hecho posible el documental sobre el Caso Wanninkhof que emite Mediaset y que cuenta con el testimonio de Dolores Vázquez. La presentadora ha sido una de las personas que más implicación parece haber tenido en todas las fases de producción, algo que ha quedado patente con la publicación de esta imagen inédita en Instagram, que tiene mucho significado para Moreno.
"Loli acababa de llegar a Madrid y Noemí Redondo (directora del documental) y Susana López (subdirectora) la recibieron y nos fuimos a cenar. Queríamos que se relajara y confiara en nosotras. Para Loli era un esfuerzo superar la fobia a los medios de comunicación. Ya le veis el rostro; No estaba relajada. Pero acabó confiando y fue muy generosa en su testimonio. Gracias a todo el equipo por su trabajo", escribía Toñi Moreno junto a la imagen.
Juicios erróneos
Hace unas semanas, Toñi Moreno aseguraba en exclusiva para Lecturas que ser lesbiana jugó en contra de Dolores Vázquez y fue una causa de mucho peso en su condena, afirmando de forma rotunda que hubo lesbofobia y que si esto volviese a suceder, se volverían a cometer los mismos errores, ya que sigue existiendo homofobia y lesbofobia, además de juicios mediáticos paralelos, motivo por el cual asegura que es muy necesario este documental.
Casi nadie podía imaginar que Dolores Vázquez contaría cómo vivió el asesinato de Rocío Wanninkhof, precisamente por esa fobia a los medios de comunicación de la que hablaba Toñi Moreno, que en más de una ocasión animó a Vázquez, que pasó 519 días en prisión por un crimen que no había cometido, a que diera explicaciones públicamente para demostrar su verdad y su inocencia.
El documental narra la desaparición y asesinato de Rocío Wanninkhof en 1999 y la detención de Dolores Vázquez, expareja de la madre de Rocío en 2000. La detención y posterior juicio se realizaron sin pruebas, con una gran presión de los medios de comunicación que aceleraron la condena errónea de Vázquez, que fue liberada el 8 de febrero de 2002 cuando se detuvo al verdadero asesino de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, cuyo caso también aparece en el documental.
