Fernando Verdasco siempre se ha mostrado feliz e ilusionado desde que se enteró de la llegada al mundo de su primer hijo. Miguel Verdasco Boyer nació el 26 de marzo de 2019, en un hospital de la capital madrileña. Desde entonces tanto el tenista como su esposa Ana Boyer se han volcado por completo en el cuidado del pequeño.
A pesar de sus continuos viajes, Verdasco siempre encuentra hueco para ir a ver a su hijo y pasar el mayor tiempo posible con él. Para Fernando, los mejores momentos no los vive en la arena de la cancha de tenis, si no al lado de su bebé, un niño muy tranquilo como su propio padre explica en una entrevista para la revista ¡Hola!: "Nuestro bebé come cada vez más y duerme durante cinco o seis horas seguidas. Afortunadamente nuestro niño duerme mucho por la noche y eso es importante. Para mí personalmente, las primeras dos semanas fueron muy cansadas, pero esta semana duermo mucho mejor. Sigo viéndolo y a veces no puedo creerlo. Lo ves tan frágil y solo quieres abrazarlo y cuidarlo ".
Aunque Miguel tiene apenas un mes y medio, ya se puede apreciar el parecido con sus padres : "Por el pelo que tiene, le ves con su padre y son iguales. Pero, si miras más detenidamente sus facciones, te das cuenta de que también tiene cosas mías", comentaba Ana Boyer a dicha publicación, completamente feliz con su hijo en brazos.
Una familia de nómadas
A causa de su apretada agenda deportiva, Fernando Verdasco tiene que viajar mucho y estar fuera de casa por largas temporadas. Antes del nacimiento de su hijo, su esposa siempre le acompañaba en todos sus viajes. Sin embargo, la llegada de Miguel no va a impedir que esta rutina cambie. En cuanto el pequeño crezca un poco más, Miguel se unirá a sus padres. " Ya le hemos hecho el pasaporte, para que pueda viajar en cuanto los médicos nos den permiso. Nuestra vida es así y, a partir de ahora, será con él", manifestó Boyer.