Eres documental se hablará de su trayectoria profesional así como de su vida personal, desde siempre ha preferido proteger y preservar, a pesar de que sí que haya presentado a su mujer o a sus hijos en algunos eventos importantes de su vida. Igual que otros jugadores como Sergio Ramos, el madrileño se suma a esta manera de ofrecer algunos detalles de su vida y de llevarnos a la pequeña pantalla, enseñando mucho anécdotas y su faceta más personal.
El deportista ha sido contar el motivo por el presidido hacer una película documental y así lo ha contado la revista semana que ha podido hacerle varias preguntas. "Esta idea nació antes de mi retirada, cuando aún no la habíamos anunciado", ha contado sobre el momento en el que se gestó esta idea. "Vi la oportunidad de poder contar mi historia. Mi historia completa. Lo que he vivido desde el primer hasta el último día, cuando aún no se había producido esa última semana en mi vida como jugador profesional. En esta película documental están todos los porqués de las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi vida", ha añadido.
Para alcanzar su sueño de convertirse en futbolista profesional ha contado cómo fue todo el proceso también para su familia: "Me he perdido muchos cumpleaños de mis amigos, comuniones, bodas, findes de semana, veranos completos... porque tenía un sueño: jugar al fútbol. Y estoy encantado de eso, porque cuando no hacía esas cosas, ya estaba jugando al fútbol. En ese sacrificio me acompañó mi familia, que fueron los que estaban conmigo".
Además, siempre ha protegido a sus hijos y a su mujer del foco mediático como él mismo ha recalcado: "La verdad es que cuando estaba en activo, separaba mucho lo que era mi profesión de la vida familiar. Siempre hemos marcado e incluso puesto un muro. En casa era 'papá' y cuando salía era 'jugador de fútbol'".
Muy celoso de su intimidad
Y esta protección de su intimidad tuvo mucho que ver en la decisión que tomo para trasladarse con toda su familia Japón, una etapa de la que tiene muy buenos recuerdos: "Quería algo totalmente diferente y que nos sirviera como familia a nivel personal. Todo se resumía con la oportunidad de ir a Japón y fue una experiencia personal increíblemente enriquecedora. Fue un año fantástico, por la privacidad que tenía allí. El respeto de la gente, el poder ir a comer a un centro comercial, el poder pasear por las calles... Cosas que aquí son impensables de hacer".