En esta despedida recordó cuando comenzó a acudir al Vicente Calderón, el estadio del equipo, cuando tan solo era un niño y deseaba convertirse en uno de los jugadores. Ahora ha sido en el Wanda Metropolitano donde ha puesto final a su carrera en el equipo madrileño. En este homenaje no estuvo solo, ya que su mujer Olalla Domínguez como sus tres hijos, estuvieron con él en el césped.
Para él fue un día cargado de emociones y ha sido ahora cuando a través de las redes sociales se ha explayado sin parar de agradecer el apoyo de la afición, de su familia, sus compañeros y de su mujer. A ella le ha dedicado una de sus publicaciones, enviándole un mensaje muy romántico y poniéndose más sentimental que nunca.
Un amor muy consolidado
Su familia, otro de sus pilares
El texto que ha dedicado a sus padres y sus dos hermanos también estaba lleno de cariño y emoción: "Me gustaría agradecer por supuesto a mi familia. A mi madre que me acompañaba en el tren a entrenar, todos los días, haciendo los deberes por el camino. Hizo muchos sacrificios como tantas madres para que su hijo cumpliera su sueño. Muchas gracias mamá. A mi padre por su ejemplo, por no perderse un partido, por enseñarme los valores que luego también el Atlético me enseñó. Gracias por dejarme siempre elegir y equivocarme para así aprender de mis errores. Gracias papá".
Sus hermanos son otros de sus grandes pilares, quienes dejaron de hacer algunas cosas por la felicidad y el sueño de Fernando Torres: "A mis hermanos, que se dejaban sus ahorros por comprarme unas botas de fútbol que yo quería. A mi hermano que por él me gusta el fútbol y quizá por el estamos todos hoy aquí. A mi hermana que dejaba de estudiar dos horas a la semana por verme jugar, que siempre me apoyó y me enseñó lo importante que es la dedicación. Os quiero mucho a los dos".