La Casa de Alba se resiste a dejar de aparecer en los medios por mucho que haga ya 4 años que murió Doña Cayetana. Tras ser noticia por la boda de los Duques de Huéscar llegó el enfado de Cayetano Martínez de Irujo por la ausencia de sus hermanos en la misa con la que recordó a su madre en Sevilla. Con los ánimos caldeados, Eugenia Martínez de Irujo echó más leña al fuego, pero por otro lado, ya que confesó en 'Planeta Calleja' lo mal que lo había pasado con Jesús Aguirre, segundo marido de la XVIII Duquesa de Alba.
Por un lado, el Duque de Arjona ha apoyado a su hermana, ya que ellos son los más pequeños y los que más sufrieron el mal carácter que tendría Jesús Aguirre. Por otro, ha hablado también Fernando Martínez de Irujo, el más discreto del clan, que precisamente ha señalado que preferiría que el tema no fuera objeto de comentario después de tantos años.
Jesús Aguirre, un hombre retorcido
En conversación con Vanitatis, el Marqués de San Vicente del Barco asegura que no esperaba que la Duquesa de Montoro fuera a contar lo que relató a Jesús Calleja: "Han pasado diecisiete años y no sé si era momento para arreglar cuentas". Aunque reconoce que él no lo haría, sí es consciente de que el segundo marido de la Duquesa de Alba no fue bueno con ellos: "Jesús no fue una buena persona con ninguno de nosotros. Mi madre tampoco facilitaba las cosas".
"Jesús era un hombre muy retorcido y nosotros teníamos poco que hacer porque mi madre siempre le apoyaba si nos quejábamos", apunta también el aristócrata, que prefirió no enfrentarse directamente y tener una actitud conciliadora, que es la que ha mantenido durante toda su vida cuando han surgido conflictos en la Casa de Alba.
El Marqués de San Vicente del Barco comenta también que su madre tenía mucho carácter y no se le podía llevar la contraria: "Ella había elegido a Jesús y, por lo tanto, iba adelante pasara lo que pasara". Lo que queda claro, es que Jesús Aguirre hizo feliz a la Duquesa de Alba, pero muy desgraciados a sus hijos, al menos a los pequeños.