Terminó el 2017 diciendo que había sido uno de los años más difíciles de su vida. Aunque todos apuntaban a que era por causa de su mediático divorcio con la modelo Alba Carrillo, una gran pérdida personal fue la que marcó realmente su año, llegando a afectarle en su faceta de deportista. Del tema de su divorcio no ha querido pronunciarse directamente, pero sí de la repercusión mediática que este trajo consigo: "No me agobia [estar en el foco mediático], pero sí me gustaría generar interés solamente cuando yo quiero", y zanja: "No me arrepiento de nada de lo que he hecho. Hay cosas que uno elige, pero yo no he elegido ser famoso".
Pese a todo, no ha perdido las esperanzas en el amor: "Lo he visto en mi casa. A veces le digo a mi madre: 'No sé cómo has aguantado a papá tantos años'. Pero de eso se trata, de luchar por el bien común. Cuando los veo, vuelvo a creer en el amor y el matrimonio. En la vida hay que ser paciente. Los tenistas somos testarudos y constantes, no tiro la toalla". De hecho, ha empezado recientemente una relación con otra modelo, Sandra Gago. Afirma que "quiero tener hijos y vivir un tiempo fuera del país", pero tiene muy claro que esto no será hasta que ponga fin a su carrera profesional: "Cuando me retire, podré dedicar mi tiempo a formar una familia".
Cataluña, Hacienda y Arantxa
Respecto a Arantxa Sánchez Vicario: "Me dan mucha pena los Sánchez Vicario hayan llegado a esta situación, porque dado mucho al deporte español", comenta. Y por último también se ha pronunciado sobre el tema del conflicto catalán: "A veces, en otras partes de España se critica mucho a los catalanes, y comprendo que en los últimos meses se lo hayan ganado, pero también hay que entender lo que reclaman y sienten", y sentencia: "Es vergonzoso dar al mundo la imagen de que no podemos solucionar nuestros problemas".