"Si moría, mis hijos no se acordarían de mí"
Esta complicada etapa de su vida tuvo lugar a comienzos de 2022, por aquel entonces su hija Vittoria todavía no había cumplido ni un año y su hijo mayor, Leo, tenía cuatro años: "Si moría, mis hijos no se acordarían de mí, eran demasiado pequeños. Y eso fue absolutamente lo que más me asustó, más que la propia muerte", pero fue también lo que le motivó para luchar más que por él mismo: "Fue lo que me dio la fuerza y la determinación para afrontar la operación".
Al mismo tiempo también tenía que estar tratándose de una depresión bastante severa: "Llegué al punto de tomar siete psicofármacos y sufrí tartamudez", lo que le llevó a dejar el tratamiento de golpe: "Dejé de tomar todos los fármacos a la vez, sin reducirlos, lo que creó el llamado efecto rebote con consecuencias muy graves: tuve calambres en las piernas, estuve diez días en cama sin poder levantarme, no distinguía la realidad de los sueños, una experiencia horrible".
La situación era tal que llegó a tener pensamientos sobre su propia muerte pareciéndole hasta agradable: "La idea de morir me daba más alivio que la de despertarme al día siguiente". Por suerte para Fedez, la operación y la recuperación salió según lo esperado y en cuestión de unos pocos meses estaba ya recuperando y volviendo a la vida pública. En cambio en octubre de 2023, un año y medios después, sufrió una hemorragia interna que casi le custa la vida.