En verano, los famosos se van en masa a la playa para descansar y disfrutar del buen tiempo. Cuando llega el invierno tampoco se quedan en casa, ya que muchas son las celebrities nacionales e internacionales que aprovechan la estación fría para irse a practicar uno de sus deportes favoritos, el esquí. Este deporte entraña muchos peligros, y no han sido pocos los accidentes sufridos en las estaciones invernales, algunos de ellos con resultados fatales.
Las Casas Reales Europeas son unas fanáticas del esquí. Los miembros de las Casas Reales Británica, la Española, la Sueca, la Noruega, la Belga, la Danesa, la Holandesa y Monegasca son asiduos a las estaciones de esquí de Europa, a las que acuden invierno tras invierno sin dejar uno.
En España, el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía esquiaban, y actualmente lo hace el Príncipe Felipe, la Infanta Elena y sus hijos, y los Duques de Palma y sus vástagos, mientras que la Princesa Letizia y las Infantas Leonor y Sofía no son muy fanáticas del esquí. Precisamente este deporte ha costado muchos disgustos al Rey, que se ha visto rodando por la nieve en varias ocasiones.
El primero accidente del que se tiene conocimiento fue en 1983, cuando sufrió una caída en Gstaad (Suiza), que le provocó una fisura en la pelvis y le tuvo un mes en la cama con muchos dolores. Dos años después volvió a lesionarse en la misma estación. En 1991 tuvo otro disgusto que le llevó a la mesa de operaciones, aunque esta vez el escenario fue Baqueira-Beret.
Más trágico fue el destino de su primo hermano Alfonso de Borbón Dampierre. El Duque de Cádiz perdió la vida el 30 de enero de 1989 cuando esquiaba en Beaver Creek, Colorado (Estados Unidos). El hijo del Infante Jaime de España murió decapitado por un cable muy bajo en una pista que no estaba abierta al público. Tenía 52 años.
La muerte de Friso de Holanda
Sin salir del ámbito regio, toca viajar a Holanda. Los Orange-Nassau disfrutan cada año de unos días en la nieve, concretamente en Lech, Austria, donde la exreina Beatriz reúne a sus hijos, nueras y nietos. El 17 de febrero de 2012 un alud sorprendió al Príncipe Friso cuando esquiaba fuera de pista. Fue socorrido cuando llevaba 15 minutos enterrado bajo la nieve, cayendo en un estado de coma del que nunca despertó. Falleció el 12 de agosto a los 44 años.
Menos grave fue el destino de la Princesa Victoria de Suecia, que pasó la Navidad esquiando en los Alpes Suizos en compañía del Príncipe Daniel y la Princesa Estela. La Heredera tuvo un accidente que le provocó una fisura en el pie que le llevó a utilizar muletas y una bota ortopédica que incluso paseó en su viaje oficial a Alemania.
Pero no solo los miembros de la realeza han sufrido accidentes de esquí. Unos días después del percance de Victoria de Suecia era la canciller alemana Angela Merkel la que se lesionaba. La mandataria sufrió "una contusión grave asociada a una fractura incompleta en el anillo pélvico posterior izquierdo". Por ello tuvo que reaparecer en muletas.
Michael Schumacher lucha por su vida
También esta pasada Navidad otro alemán acabó en el hospital por el esquí, aunque en este caso ha sido mucho más grave. El piloto Michael Schumacher estaba esquiando en Francia con su hijo y unos amigos cuando perdió el control y acabó en el suelo. Desde fin de año se encuentra ingresado en coma inducido.
Terrible resultado tuvo también el accidente de la actriz Natasha Richardson. La hija de Vanessa Redgrave y esposa de Liam Neeson estaba en una estación invernal en Canadá recibiendo clases cuando se resbaló y cayó al suelo. Logró levantarse y al parecer se encontraba bien, sin embargo poco después fue llevada al hospital de Sacré-Coeur en Montreal, donde entró en coma a causa de un traumatismo craneal. Falleció en Nueva York, tenía 45 años.
Telma Ortiz y Sonia Ferrer han sufrido accidentes de esquí que les han provocado problemas de movilidad transitorios. Menos suerte tuvieron otros. En 1998, la tragedia volvió a cebarse con la familia Kennedy, una de las sagas políticas más importantes de Estados Unidos, que saben bien lo que es derramar lágrimas por los miembros del clan. Michael Kennedy, hijo de Robert y Ethel Kennedy, perdió la vida en el último día del año 1997 al resbalar y estrellarse contra un árbol en Aspen (Colorado, Estados Unidos).