El actor Alfredo Landa falleció en Madrid el pasado 9 de mayo. Sus restos mortales fueron incinerados al día siguiente y todo con una gran discreción por parte de la mujer y los hijos de Landa. Seis días después de su muerte, en el cementerio de Pamplona, su tierra natal, sus cenizas fueron llevadas hasta el panteón de su familia materna, los Areta.
Horas después, por la tarde, en la iglesia de San Nicolás, el mismo lugar donde fue bautizado hace 80 años, se dieron cita familiares y amigos en el funeral por el eterno descanso del actor. Durante el servicio religioso se pudo escuchar la música del Orfeón Pamplonés, que de este modo se sumó a la despedida de uno de los grandes exponentes navarros en el mundo del cine y la cultura, pues le quisieron brindar un homenaje a Alfredo Landa.
Los próximos días se celebrará otro funeral en Madrid para que los amigos y compañeros de profesión que así lo deseen puedan ir y estar con la familia en estos momentos de gran dolor.
Una ceremonia íntima en Madrid
Unos días antes había tenido lugar la incineración del cuerpo de Alfredo Landa en el cementerio de Santa Ana de la localidad madrileña de Colmenar Viejo, en lo que fue una despedida íntima y familiar a la que tan solo acudieron algunas caras conocidas.
Jesús Guzmán, Pepe Carabias, el productor Enrique Cerezo, y el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, asistieron a despedir a Alfredo Landa. Fiorella Faltoyano, Manolo Zarzo y el director José Luis Garci no quisieron faltar a la despedida del intérprete, acompañando así a su viuda, Maite Imaz, a sus hijos, sus nietos y otros familiares.