El presidente estadounidense Barack Obama junto a su mujer Michelle Obama y su hija mayor Malia aterrizaron en la base militar de Bourne, en la isla de Martha's Vineyard, un verde y popular enclave a pocos kilómetros de la Costa Este del país.
En un complejo turístico con todas las comodidades se espera que la familia Obama disfruten de este retiro vacacional durante dos semanas, una escapada de verano en la que por ahora no participará la hija pequeña del matrimonio Obama, Sasha.
La familia se alojará en una mansión de siete dormitorios y nueve cuartos de baño -propiedad de una donante del Partido Demócrata- , un lugar a medio camino entre Nueva York y Washington donde además del paisaje atlántico más auténtico, la familia disfrutarán de unos servicios más que confortables.
Una isla de retiro familiar
El mandatario más relevante de la diplomacia internacional ha elegido el mismo destino en el que pasa todas las vacaciones desde que llegó a la Casa Blanca, un lugar cercano relativamente a Washington para cualquier tipo de desplazamiento excepcional.
Durante estas vacaciones el Presidente participará en un evento solidario para el Comité de Campaña Senatorial Demócrata, una organización ligada a la Escuela de Música de Berklee. Una agenda mucho menos apretada y lejos de la ajetreada de la última semana, ya que el presidente tomó una importante decisión en la aprobación de ataques selectivos en el norte de Iraq.