En 2013, a Navarro le tocaba despedirse de Pantoja para dedicarse a cuidar de su hija, Ana Dueñas, que se encontraba gravemente enferma. Por desgracia, después de una dura y larga batalla contra su dolencia, la abogada fallecÃa, dejando un hueco enorme en el corazón de su madre. Lejos de intentar llenar este vacÃo con toneladas de cariño, parece ser que la cantante se olvidó por completo de la que fue su fiel escudera.
Por fortuna, a Navarro le quedaba más familia en la que buscar apoyo y consuelo: su otra hija, la actriz Lola Dueñas, y su nieto, el hijo de la fallecida. Ellos fueron quienes cuidaron de la asistente de Pantoja, después de que ésta le diera la espalda en uno de los momentos más duros de su vida.
No le dio sus condolencias
El informador asegura también que "la familia de MarÃa, lógicamente está dolida. Porque todos saben lo que MarÃa hizo por Isabel". Entre los favores, parece ser que Navarro vendió un precioso piso cercano a la Plaza Mayor de Madrid con vistas al Mercado de San Miguel para ofrecer ayuda económica a la cantante. Mientras, la madre de Chabelita ha borrado de su memoria todos esos buenos momentos y prefiere mirar hacia otro lado ante la tragedia de la que un dÃa fue su amiga más fiel.