El cantante estaría atravesando un momento psicológico muy complicado, lo que le habría llevado a tener unas adicciones imposibles de controlar. De hecho, la muerte está rodeada de una cantidad ingente de informaciones que dejan claro que Liam Payne no se encontraba en su mejor momento, motivo por el que el dueño del hotel en el que se encontraba tuvo que llamar a emergencias para que acudieran rápidamente.
Liam Payne habría estado destrozando la habitación y comportándose de manera errática fruto de las sustancias que había ingerido y que se han podido ver en imágenes de la habitación. Tras esto, se produjo el fatal desenlace. Por desgracia, tras él deja a una familia completamente devastada que tienen que afrontar su muerte repentina con tan solo 31 años y una vida por delante.
Comunicado de la familia
"Estamos desconsolados. Liam vivirá por siempre en nuestros corazones y lo recordaremos por su espíritu amable, divertido y valiente. Nosotros, como familia, nos ayudamos unos a otros lo mejor que podemos y pedimos privacidad y espacio durante este momento terrible", concluye. No cabe la menor duda de que ahora necesitan tranquilidad para tratar de sobrellevar de la mejor manera posible el fallecimiento de Liam Payne, quien también deja tras de sí a su hijo Bear.