Una de las personalidades más destacadas de la vida mediática estadounidense, Joan Rivers, ha cumplido su tercer día bajo un coma inducido tras un amargo contratiempo durante una intervención quirúrgica de garganta.
Tanto el hospital 'Mount Sinai' de Nueva York como la familia han informado de la inestable y delicada situación en la que se encuentra, una de las actrices y presentadoras de televisión más risueñas y veteranas de los medios de Estados Unidos. Ahora mismo su vida depende de una máquina, por lo que la familia, si no se produce ninguna mejoría de última hora tendrá que tomar una decisión determinante: esperar a una posible recuperación o apagar las máquinas.
Un vínculo casi familiar
La hija de la actriz, Melissa Rivers dio parte de la situación actual, un momento frágil en la salud de Joan pero en el que también guardan un deseo de una posible recuperación; "su condición sigue siendo seria, pero está recibiendo el mejor tratamiento y cuidado posible".
Desde TMZ se apunta a un momento de no retorno en el estado de la actriz, pues según el percance sufrido durante la operación y el tiempo que el cerebro sufrió sin oxígeno, las posibilidades de que salga adelante son casi nulas.