Guerra abierta
La familia de Carlos Marín se enfrenta ahora a la exmujer del cantante. Consideran que Innocence está explotando desmesuradamente la imagen del fallecido. En el testamento, el barítono lega casi todo a su madre, únicamente le deja a su exmujer un piso de casi un millón de euros, con una hipoteca de 300.000 euros a pagar.
El abogado de la familia ha declarado que, como en el testamento no se especifica, la beneficiaria -Innocence- quiere que el inmueble se le entregue libre de cargas. Quiere que sea la progenitora del artista la que salde la hipoteca del piso, deuda que la madre aclara no poder asumir por no tener una situación económica favorable.
Rosa, la hermana de Carlos Marín, afirma que Innocence llama continuamente a su madre, habiéndole provocado ya varias crisis de ansiedad, y por eso han pedido una orden de alejamiento que no fue concedida, ya que tiene que ser la propia madre quien la pida. La expareja del vocalista tratará de demostrar que es la directora creativa y, por tanto, dueña de los derechos de imagen de su ex fallecido. Sin embargo, la hermana del cantante zanja este tema argumentando que Carlos Marín era su propio director creativo y que, por tanto, ahora es a la madre a quien le corresponden dichos derechos.