El futbolista argentino está triste por la distancia física que le separa de su mujer y su hija, aunque nunca se había sentido tan cercano como ahora de los amores de su vida.
Todo es felicidad en la vida de Tamara Gorro y Ezequiel Garay desde que el pasado 12 de octubre se convirtieron en padres de una preciosa niña llamada Shaila. La pequeña nació en Estados Unidos tras una gestación subrogada, un milagro que ha incrementado aún más si cabe el amor que estos dos padres tienen por su hija.
Pero la felicidad nunca puede ser completa, y aunque la empresaria no se ha separado ni un momento de Shaila, Ezequiel Garay no ha tenido tanta suerte y solo pudo pasar unas horas con ella después de nacer, debido a que tuvo que regresar inmediatamente a cumplir con sus compromisos futbolísticos.Después de unos días, Tamara Gorro volvió a España, y se trajo con ella a Shaila para que empiece aquí su nueva vida. Con tal motivo, ofreció una fiesta para sus familiares y amigos más cercanos a la que no pudo asistir Ezequiel Garay, que milita en el FC Zenit de San Petersburgo.
Echando de menos a sus princesas
El futbolista argentino ha expresado en las redes sociales lo mucho que echa de menos a su mujer, pero aún más a su pequeña Shaila. Además de eso ha querido compartir una hermosa imagen en la que aparecen las dos mujeres de su vida durmiendo plácidamente, una preciosa instantánea que enternece a todo el que la ve.
"Simplemente las amo !!!!!! #amoreterno #amoresdemivida #G24 #misprincesashermosas", comentó el deportista junto a la instantánea que protagonizan madre e hija, y que evidencia que pese a la distancia que les separa físicamente, Tamara Gorro, Ezequiel Garay y Shaila están más unidos que nunca.