La clase y elegancia propias de David Beckham y de su familia no siempre ha sido así. En sus primeros años de futbolista, el ahora embajador de Unicef en su lucha contra el ébola, en el año 2000 lucía un corte de pelo de cresta 'mohicana', un estilo 'malote' que a su entrenador en aquel momento, Alex Ferguson -valga la redundancia- no gustó un pelo.
En una entrevista a diario Mirror, el exfutbolista ha explicado cómo sucedió aquella anécdota, una decisión que ha calificado como "con algo de razón": " Estábamos en el vestuario y quedaba una hora para comenzar el encuentro cuando Sir Alex me dijo que me tenía que quitar la cresta. Le dije al principio que no, pero cuando vi como cambiaba su cara, me fui rápidamente hacia el cuarto de baño para afeitarme".
Los hechos se dieron en el año 2000 en el estadio de Wembley, justo antes de disputarse el encuentro ante el Chelsea de la Charity Shield. Beckham ha querido dejar claro que aquel episodio no significó nada entre ellos y ha desmentido que se llevase mal con el entrenador: "Nos llevábamos bien. Se dijo mucho más de lo que en realidad pasaba. Él fue para mí como una figura paternal durante muchos años".
La reputación de un club en entredicho
Este corte de pelo conocido como 'Mowhawk' marcó tendencia durante aquella temporada 2000-2001, momento en el que Beckham era quizás el futbolista más valorado y popular del mundo. Aquel tiempo en el Manchester United fue la mejor experiencia al comienzo de su carrera deportiva, unos años donde el futbolista aprendió algo más que fútbol.
"Él era muy estricto. Lo hizo por la reputación del club, quería que todos los jugadores tuviésemos una imagen profesional porque estábamos en Wembley. Nunca tuvimos una pelea, había cosas que no me gustaban, pero le respetaba por ser mi entrenador y porque hizo mucho por mí" declaró.