Su exayudante, Zelda Perkins, ha contado con detalle en Financial Times cómo en el año 1998 denunció que había sido acosada por el productor. Según su comunicado, el productor le solía pedir que le diera masajes cuando tan solo llevaba llevaba ropa interior y se encontraban a solas en habitaciones de hoteles, siendo forzada a meterse en su cama cada vez que tenía que despertarlo.
Tendrá que devolver la cifra que la pagaron
Debido a estos hechos, la británica denunció a las autoridades el acoso sexual que había sufrido por parte del productor junto a otra compañera que había experimentado esta misma situación. Para solventar la situación, Harvey Weinstein las ofreció 250.000 libras por comprar su silencio, a lo cual ambas aceptaron por la presión a la que estaban sometidas y firmaron un contrato de confidencialidad.
Tras el descubrimiento del escándalo, la exayudante ha sentido que tenía que contar su experiencia y liberarse de esta dura carga que lleva consigo desde hace años. A pesar de ello, es muy probable que tenga que devolver la cifra con la que la sobornaron de manera íntegra tras haber roto el contrato de confidencialidad.