Esther Doña ha concedido su primera entrevista tras la muerte de Carlos Falcó, la primera vez que habla seis meses después de quedarse viuda y lo ha hecho para la revista ¡Hola! de una manera muy sincera. "He vivido la peor época de mi vida", ha asegurado, aunque afronta la etapa venidera con optimismo y más porque tiene varios proyectos en mente.
Esther Doña en la portada de la revista ¡Hola!El Marqués de Griñón falleció poco después de contraer el coronavirus y ella no pudo estar a su lado en sus últimos momentos debido a la pandemia, algo que hace que tenga mucho pesar como ella misma ha hecho saber: "Perder a tu marido es una de las peores cosas que te pueden pasar... Pero perderlo de esta manera, sin poderte despedir, sin poder cogerle de la mano... Es terrible, es una gran pesadilla. Sientes mucha impotencia, piensas en él, que está solo, sin nadie a su lado...".
Lo cierto es que a pesar de que estaba mal de salud, no se esperaba que llegara tan pronto este desenlace: "¡ No podía suceder algo así ! ¡Carlos! ¡Pero si estuvimos hablando por videoconferencia hasta unas horas antes! Y él estaba mal, pero con el mismo ánimo que tanto le caracterizaba... Fue imposible de aceptar".
Carlos Falcó y Esther Doña llegando a la boda de Fernando Fitz James-Stuart con Sofía PalazueloY otra de las peores cosas que tuvo que atravesar también en ese momento es que ella también se contagió, aunque por suerte no fue ingresada, pero tuvo que ser operada. "Yo también sufrí la enfermedad... Y más tarde me intervinieron quirúrgicamente. Estaba previsto, pero por el tema de la Covid tuvimos que aplazarla. En cuanto se pudo, la realizaron y todo salió bien", ha contado sobre esta experiencia.
Nuevos proyectos en mente
De momento, y pese a que sigue mal por la pérdida, está ilusionada por sus nuevos proyectos, ya que ha fichado en un programa de La 1: "Estoy bien, tranquila, en paz ¡y muy ilusionada con el nuevo proyecto de colaboración de televisión, La hora de La 1! Estoy segura de que me lo ha enviado Carlos", ha dicho al respecto.
