El año 2013 fue la fecha maldita cuando Michael Schumacher fue víctima de un trágico accidente al golpearse la cabeza mientras esquiaba junto a su familia en la estación de Meribel, en los Alpes franceses. Su estado de salud desde el primer momento fue de lo más delicado, y la familia del deportista quiso salvaguardar su intimidad, por lo que el verdadero estado del alemán nunca se ha sabido con certeza, a pesar de todas las muestras de cariño que se mostraron desde todos los campos deportivos.
La mujer del campeón de Fórmula 1, llamada Corinna, fue una de las que más al margen se mantuvo, y decidió guardar silencio hasta la actualidad. Ha sido en la revista Mercedes She Magazine donde ella ha querido hablar sobre la situación de su pareja, asegurando que están haciendo todo lo posible por mejorar su vida: "Puede estar seguro de que está en las mejores manos y de que estamos haciendo todo lo humanamente posible para ayudarlo ", decía la mujer, siguiendo con esa discreción que se ha mostrado durante todo el proceso desde el accidente.Su estado actual sigue siendo un misterio
"Por favor, comprenda que estamos siguiendo los deseos de Michael manteniendo un tema tan sensible como la salud, como siempre ha sido, en privado" añadía Corinna. Algunos medios europeos, tales como Expressen o Bunte, han querido aportar más luz sobre el asunto, desvelando que el expiloto reside en su propio domicilio y un equipo de profesionales terapeutas se encargan de su rehabilitación, con la esperanza de que mejore, como apunta la revista Hola. Tras muchos meses hospitalizado, fue en 2014 cuando Shumacher pudo salir del hospital y acudir para su recuperación a su casa en Suiza, aunque no se sabe con seguridad cómo ha evolucionado en este tiempo.
En las declaraciones de Corinna al medio, también quiso hablar de la hija de ambos Gina, quien practica hípica. " Mi esposo predijo que su hija, Gina, se convertiría en una campeona ", comentaba la esposa del alemán, aludiendo a las recientes victorias que su hija ha conseguido en su modalidad. "No olvido a quién debo agradecérselo, a mi esposo Michael", finalizaba, aludiendo a lso caballos que compró su marido para que su hija pudiese practicar. Estas han sido las únicas palabras que la familia de Schumacher ha querido desvelar, y parece que el secretismo con la situación seguirá estando muy presente en el entorno.