No han sido tiempos fáciles para Esperanza Gracia, teniendo en cuenta que ha permanecido 12 días ingresada en el hospital por motivos de salud que se desconocen. La vidente no ha atravesado su mejor etapa pero ha querido compartir sus vivencias a través de su blog personal, donde ha abierto su corazón y su alma para explicar lo que ha vivido y cómo se ha sentido.
"Yo he estado pocas veces hospitalizada, pero en esta ocasión han sido doce días. Doce largos días, con sus doce noches, sus doces mañanas, sus doces tardes... Cuando ingresé me desubiqué, es como si me hubiera metido en un agujero negro del que no podía salir", decía Esperanza Gracia. "Me desorienté porque estaba sometida a cambios constantes (de salas, médicos, enfermeros...) y decidí dejar mi cuerpo a los profesionales que me debían curar, y ocuparme yo de mi mente, de controlar al máximo mis pensamientos, aceptando lo sucedido como un desafío para no perderme en ese laberinto de dudas, miedos e incertidumbres. Me di cuenta enseguida de que lo que me tocaba era aceptar la enfermedad como un ciclo que debía pasar para salir fortalecida de esta experiencia", continuaba.
"Y cuando la vida te pone ante una situación así, de enfermedad, yo creo que hay que adoptar una actitud de humildad, dejando a un lado los egos, y estar dispuesto a aceptar sacrificios y renuncias. Pero no todo el mundo es así porque algunos pacientes, madre mía, lo que exigían...", explicaba la vidente. " Estoy muy satisfecha de mí misma porque lo he vivido como una experiencia muy enriquecedora, como un desafío que debía aceptar y del que podría aprender mucho", revelaba Esperanza Gracia.
Una nueva etapa
El blog de Esperanza Gracia continuaba así: " Pasé por varios espacios, pero al final tuve la gran suerte de ocupar una habitación desde la que veía parpadear una lucecita verde, la capilla de Torre Espacio. Esa lucecita actuaba en mí casi de forma hipnótica: era como si hiciera una meditación y dejara de pensar. Las noches son largas cuando no puedes dormir, pero yo no dejaba que el miedo ni la desesperanza se apoderaran de mí. Yo sabía que era un ciclo que tenía que pasar, y el túnel tenía salida. Ahora siento que la vida me ha dado otra oportunidad, y voy a aprovecharla al máximo, apurando cada momento, cada instante".