La tonadillera ha concedido una entrevista a la revista Hola, algo que no hacía desde hace muchos años y en la que se ha mostrado más sincera y natural que nunca, comentando varios aspectos de su vida y revelando una invitación muy especial que ha recibido. Isabel Pantoja ha explicado que se encuentra bien porque ha tenido "salud durante 50 años subida a un escenario", sin embargo asegura que han pasado muchas cosas como el covid y algunas pérdidas que le han provocado mucho dolor pero por lo que ha tenido que salir hacia delante.
"Yo te puedo decir que he sido ave fénix. Bueno, no es que haya sido, me he sentido ave fénix muchísimas veces a lo largo y ancho de estos 50 años", explica. Para ella, la celebración de los 50 años es especial, pues no lo ha hecho nunca: "He visto a compañeros, y es muy bonito, es precioso, celebrar pues diez, quince, 20, 30, 35 años, pero a mí nunca me dio por hacer nada de eso, la verdad. Yo he celebrado mi cumpleaños, nada más. Y este año ha sido todo... Yo creo que, modestia aparte, me lo merezco. Y las personas que están a mi alrededor, que lo han luchado conmigo, aunque... -se emociona- la más importante no esté, que ha sido la que realmente ha estado a mi lado. Y mis dos hermanos, porque el tercero pues no está desgraciadamente ya".
Aquí es donde Isabel Pantoja ha abierto su corazón y ha demostrado que todavía no está recuperada de la muerte de su madre, que falleció en el año 2021, de quien habla con cariño porque siempre ha estado a su lado durante su trayectoria profesional: "Era una madre cuya hija salió artista y punto. Y cuando llegábamos a casa, era un ama de casa con cuatro hijos, que planchaba, lavaba, hacía de comer, en fin, de todo. Y luego me acompañaba a mí. (...) Estuvo en silencio toda su vida y en silencio se fue. No es que la eche de menos permanentemente, la echo de menos cada segundo".
Una artista es una artista pase lo que pase
El eje de la entrevista no solo han sido sus 50 años de trayectoria sino las pérdidas que han marcado su vida y es inevitable que hable de su madre Ana y de su hermano Bernardo y la manera en la que sigue cantando aunque tenga el corazón encogido: "Lo he pasado muy mal, lo sigo pasando muy mal, pero... yo creo que me está ayudando mucho mi madre a poder seguir subiéndome al escenario, porque era lo que más le gustaba a ella del mundo -dice Isabel con la voz entrecortada-. (...) No hay otra que seguir porque el público que ha venido a verte y sabe cómo estás, valora mucho que estés cantando, a pesar de que yo esté pensando en mi madre y en mi hermano del alma, que se fue hace solo dos meses y medio".
"El show tiene que continuar, pero para mí dura eso, lo que es el show, nada más. Y luego, no. Yo luego estoy en mi casa. Yo me tengo que curar... Es que cada uno lleva el duelo como lo siente. Y eso no quiere decir que yo quiera a mi madre más que los demás a la suya, para nada, sino que cada uno lleva el duelo de la forma que lo siente. Yo no siento salir a la calle a no ser que sea trabajo... No siento salir a ningún sitio... No tengo ganas", explica sobre su poca vida social más allá de Cantora.
La sorprendente invitación
Lo cierto es que pese a estar todavía de luto por las pérdidas, Isabel Pantoja está retomando la vida pública y la sorpresa llega cuando recibe una invitación al Baile de la Rosa: "Estando en Puerto Rico me dijo mi hermano Agustín que había recibido una invitación. Me llegan muchas para ir a eventos, pero, a menos que sea algo relacionado con niños, donde se me necesite, porque en ese caso ahí estoy yo a muerte, no suelo acudir. Ni tampoco soy asidua a discotecas o cosas de esas", cuenta.
La tonadillera ha explicado que al principio no le creyó y se lo tomó a broma pero al ver la invitación -que asegura va a enmarcar- ya se dio cuenta de que era una realidad y ha mostrado la gran ilusión que le hace poder ir pues siempre ha admirado a Grace Kelly y considera tener una vida paralela con Carolina de Mónaco, por lo que está de lo más emocionada con su asistencia al prestigioso evento. No va a actuar pero sí que irá al evento y lo disfrutará junto a su hermano.
La naturalidad de Isabel Pantoja
Si hay algo que ha querido dejar claro la tonadillera es que ella es una mujer normal. En su casa ella es Maribel y es en el escenario donde se convierte en la artista, en Isabel Pantoja: "Cuando estoy en mi casa, me encanta guisar, si tengo que limpiar, limpio, porque me apetece. O si tengo que arreglar mi armario... Soy una buena ama de casa, lo he sido siempre porque me ha gustado y me sigue gustando". La cantante asegura que su carácter no es como se pinta públicamente: "Es que yo no soy una mujer de armas tomar. No lo he sido nunca. Quien piense eso de mí, no me conoce".
"¿Que no he dejado que toquen a los míos? Sí. No me gusta porque no es necesario... Yo estoy porque soy artista, ¿he estado cantando en Puerto Rico? Pues es lógico que den noticias mías. Pero por lo demás, yo jamás he hablado de nadie, ni lo voy a hacer, nunca", explica. En cuanto a su estilo de vida, Isabel Pantoja cuenta: "Al campo salía antes; ahora no porque, la verdad, no me apetecía. Han pasado muchas cosas y no tenía ganas de salir de la casa. Pero he caminado mucho y cuando estoy trabajando gasto mucha energía, mucha".
También cuenta que su plato estrella como cocinillas no es el famoso 'pollo a la Pantoja' pero no revela de cuál se trata. Además, cuenta que ella ve muchas películas pero sobre todo series y confiesa que "series creo que las he visto todas ya, muchas en la pandemia". Al hilo de esto, la tonadillera cuenta que fue durísimo para ella: "A mí no me afectó el no salir, estar en casa, estoy acostumbrada. Estaba cuidando a mi madre, entonces era como siempre, pero el miedo a que a ella le pasara algo...".
"Ella era lo más grande que hemos tenido nosotros, y tenemos. ¿Qué iba a comprar? Pues la ropa preparada, la lejía fuera, limpiando todas las cosas, los botes... Tanto es así que mi madre no lo pasó, se fue vacunada y se durmió. Y gracias a Dios ninguno lo hemos pasado, de mis hermanos, ninguno", añadía. La entrevista concluye asegurando que hoy en día no hay nada que pueda sacarle una sonrisa "pero bueno, a lo mejor mañana, que es otro día, pues puede ser que sí".