Nunca se hubiese imaginado que su chico le iba a pedir la mano con un anillo precioso, champagne, una tarta, música, una actividad de buceo y la compañía de muchos amigos. Ambos son aficionados al buceo desde hace tiempo, por lo que utilizar dicha actividad para prometerse fue una de las claves para que se haya convertido en un recuerdo imborrable.
Hicieron una inmersión con amigos, e incluso su hija Liz estuvo presente, aunque ella no se dio un chapuzón. Y de repente Adrover sacó bajo el agua una cajita de madera que dejó impresionada a Patricia Montero. La suerte estuvo de su lado porque el agua estaba cristalina y se pudo ver todo con mucha claridad. Fue en ese momento cuando él sacó una pizarra y en ella podía leerse: "¿Quieres casarte conmigo?".
¡Sí, quiero!
Así que buscaron un lugar en el que arrodillarse y fue ahí cuando ella dijo que sí sin dudarlo. Para ella ha sido una de las mejores experiencias de su vida y también una de las más románticas. Al salir del agua llegó el esperado beso que evidentemente fue muy pasional. De momento no tienen fecha pero seguro que no tardan en hacerlo saber a través, también, de las redes. Ella misma ha compartido unas imágenes del momento exacto en el que la emoción inundó su cuerpo.