Diego Matamoros es un personaje público que ha explotado ser hijo de Kiko Matamoros para hacer caja. Habitualmente ha decidido él mismo cuándo saldría y cuándo se iba a exponer, hasta que este lunes 13 de marzo se conoció que su expareja Tanit Grande le había denunciado por malos tratos.
Se ha terminado descubriendo que ambos seguían juntos, algo que para el círculo de ambos era una relación tóxica que no ha hecho bien a ninguno de los dos. De hecho, como señalan desde revistas y 'Sálvame', la reconquista fue cosa de ella. El pasado 4 de febrero, la psicóloga envió un ramo de flores a Diego Matamoros con una nota que rezaba: "Quiero ser tu amor toda la vida". Días más tarde se les vio juntos por Madrid.
Por San Valentín, Tanit Grande envió a casa de Diego Matamoros una rosa y unos bombones, otro detalle para ablandar el corazón del joven, que cayó en los brazos de la supuesta madre de su hija Adara. Y se dice supuesta porque ha llegado información contundente sobre esta niña, a quien Kiko Matamoros no considera su nieta porque legalmente no lo es.
Adara no es su hija
Todo el mundo pensaba que la pequeña se llamada Adara Matamoros Grande, pero no es así, ya que la expareja habría llegado al acuerdo de que él no fuera el padre legal de la niña. Esta situación no se conocía y suena muy extraño, ya que no es común que un padre renuncia a la filiación. Lo más inesperado de todo llega de la mano del testimonio de Tanit Grande, que en la vista habría declarado que Adara no es hija natural de Diego Matamoros, algo que ha molestado enormemente al joven, que no entiende ese ataque tan bajo.
Por otro lado, los dos testimonios coinciden en algunos puntos. La versión que ofreció Diego Matamoros sería coincidente, y no habría intención de hacer daño a la mujer. Por otro lado, el conductor del taxi del que se bajaron la psicóloga y su amigo especial Manuel ha provocado que se invalide el testimonio de ella. El juicio será el 27 de marzo, y será entonces cuando se pongan todas las cartas sobre la mesa.