La actriz Mónica Pont ha relatado uno de los peores momentos de su vida: el atraco que ha sufrido en Ciudad de México junto a su hijo, Javier Sagrera. Los dos volvían de un viaje juntos cuando fueron sorprendidos a la entrada de su urbanización por un sujeto que les robó a punta de pistola. La actriz ha contado en una conexión con 'La última noche', el espacio presentado por Sandra Barneda, cómo fueron esos minutos que vivió junto a su hijo y en los que la vida de ambos estuvo en peligro. Aunque Pont se encuentra en Miami recuperándose del susto, la experiencia ha dejado huella en ambos, y la actriz está pensando en abandonar México, donde ha vivido durante tres años.
Madre e hijo acababan de volver de pasar unos días de ensueño en Tulum cuando fueron atacados por un sujeto "que llevaba un arma de fuego" en el ascensor de su edificio. La actriz ha relatado que el hombre les apuntó con el arma, primero a su hijo, y luego a ella. El portero del edificio, en un acto heroico, se abalanzó sobre el atracador para intentar ayudar a la actriz, pero a cambio recibió un disparo. Manuel, como Mónica Pont ha explicado que se llama, se encuentra en estado grave, aunque ya ha salido del coma : "Estoy en contacto con la familia, le han tenido que operar tres veces". El disparo a Manuel sirvió a la actriz para ser consciente de la situación que estaba viviendo, por lo que decidió entregarle al atracador lo que le pedía : sus relojes.
La actriz ha explicado que en el aeropuerto de Ciudad de México existe una banda de ojeadores "que te observan y saben si lo que llevas encima es bueno o no". Al llegar a su destino, a Pont se le olvidó esconder los relojes que tanto ella como su hijo llevaban y que estaban valorados en 30.000 y 18.000 euros. La actriz ha explicado que ya en el taxi notó algo raro, pues el conductor iba escribiendo mensajes y se llegó a pasar su dirección. "Soy consciente de que cuando agarras un taxi y te vas a la ciudad de México hay que llevar un perfil muy bajo", ha explicado, señalando de que cometió un error al no esconder los relojes.
Creía que era una película
Durante el atraco, la actriz cuenta que se quedó congelada: " Te prometo que creía que era una película. No me creía la realidad. Es la primera vez que me apuntan con una pistola de verdad. No lo vi real". Pont asegura que llegó a creer que el arma era falsa, pero tras el disparo que recibió el portero del edificio, instó a su hijo a deshacerse de los relojes: " Se me congeló la sangre. Comprendí que iba en serio, no le había importado disparar a Manuel, esa gente sin valores no tiene miedo y no le importa acabar con la vida de varias personas", explica la actriz.
Una vez el atracador consiguió lo que se proponía, abandonó el lugar. Entonces, la actriz y su hijo subieron a refugiarse en su hogar, desde donde llamaron a la policía: "Yo quería quedarme a ayudar a Manuel, pero mi hijo me convenció para que subiéramos a casa y llamáramos a emergencias, para que nos pusiéramos a salvo, allí no podíamos hacer nada". Con estas palabras, la actriz ha relatado uno de los momentos más espantosos de su vida, en el que, además tuvo que acompañarla su hijo. Aunque Pont no quiere dar una mala imagen de México, lo cierto es que, tras el suceso que ha tenido que vivir, está planteándose marcharse del país.