Erika Koike le ha exigido una manutención económica a Nicolas Cage después de su divorcio, tras ser protagonista de uno de los enlaces más efímeros de la historia de las celebrities. Koike, maquilladora de profesión, considera que debido a su relación con el actor ha perdido oportunidades profesionales.
Tras un noviazgo de un año de duración, la pareja se casó en Las Vegas el pasado 23 de marzo de 2019 durante una noche de desenfreno. Ambos estaban con un importante estado de embriaguez y protagonizaron algunas escenas bochornosas en el casino en el que solicitaron su enlace.
Un matrimonio fugaz
La estrella de Hollywood presentó la nulidad matrimonial ante los tribunales cuatro días después del acontecimiento, sentenciando que estaba bebido hasta el punto de la intoxicación, siendo incapaz de comprender el impacto total de sus acciones como recoge The Blast. El artista también declaró ante los tribunales para exigir la nulidad matrimonial diciendo que la que fue su mujer durante cuatro días nunca le contó sobre su historial criminal ni sus procedimientos judiciales activos.
Aunque Cage y Koike mantuvieron su relación en privado, fueron fotografiados juntos en dos ocasiones durante sus vacaciones en Puerto Rico en abril 2018 y en una cena en Los Ángeles en mayo de 2019. La maquilladora exige ahora los pagos de los costes judiciales del divorcio además de una pensión económica, al considerar que su imagen, carrera y reputación se han visto dañadas tras su noviazgo con el actor.