Los hechos se remontan a abril de 2024, durante su estancia en la fiesta del 70 aniversario del Hotel Marbella Club. En ese momento varios agentes se personificaron en la fiesta por la denuncia de una mujer contra Enrique Solís. Según Vanitatis, en la denuncia, interpuesta en la comisaría de Marbella, se hace constar que él habría empujado a la mujer, le habría quitado el teléfono de la mano y no se lo habría querido devolver.
"Estaba sentando con unos amigos en el interior de una sala, y vi que una señora me estaba grabando. No entendí el porqué, así que me levanté y es cierto que le cogí el teléfono para borrar los vídeos, que pertenecían a mi intimidad", explicaba. Sin embargo, esos vídeos no pudieron ser borrados porque el empresario no tenía la contraseña del teléfono de la mujer.
Interceden terceras personas
En la denuncia también se dice que la mujer pidió ayuda al personal de seguridad y por eso Enrique Solís fue retenido. "Le dije al guardia de seguridad que recriminase la actitud de esta señora, que me estaba grabando y, sorpresivamente, me dijo que ella podía hacer lo que quisiera y grabar lo que se le antojara", añadió.
Sin duda, es una situación complicada y más teniendo en cuenta lo que Enrique Solís también precisa a Vanitatis: "Yo no toqué a la señora. En la vida he tenido problemas con la justicia y no se me ocurre tocar a una mujer. Soy sumamente sensato y respetuoso". No obstante, la investigación de los hechos sigue su curso, aunque la presunta mujer agredida admite que no cree que la denuncia tenga mucho recorrido.