La posibilidad de que Luis Miguel y Paloma Cuevas mantengan una relación sentimental desde hace meses ha sido muy comentada tanto dentro como fuera de España. La gran relevancia de las dos figuras ha hecho que su relación haya sido un tema de lo más comentado, suscitando todo tipo de interés, especialmente en América, donde el cantante es toda una personalidad. Esa atención no deseada habría empezado a pasar factura al extorero, que quiere mantenerse lo más alejado posible del foco de atención, algo que, por todo el revuelo creado, no estaría consiguiendo.
"Me dijo que él no es quien está saliendo en revistas y portadas y que son los otros los que están llamando la atención. Me ha sonado a despecho", ha continuado explicado el paparazzi, asegurando que Enrique Ponce estaría molesto no solo por la atención que está recibiendo por un tema en el que él no está implicado, al menos de forma directa, sino que también por el hecho de que su exmujer y el que consideraba su amigo estén teniendo una relación sentimental. Parece ser que el diestro aún no ha terminado de aceptar la noticia y que le está costando más de lo que le gustaría.
Se muestra molesto
Aunque Enrique Ponce y Paloma Cuevas se divorciaron en 2020 y él comenzó una relación con la que ha denominado como el amor de su vida, Ana Soria, una joven almeriense, parece ser que la relación entre su exmujer y el cantante no ha sido bien recibida por él. Tampoco la atención mediática, esa de la que intentó deshacerse cuando abandonó los ruedos para centrarse en su familia y en disfrutar del amor junto a su nueva pareja. Sin embargo, el interés que está suscitando este triángulo amoroso no permite que ninguno de los tres implicados pueda alejarse lo suficiente de él.