En la del cantante aparece con uno de los bebés completamente dormidito, tumbado, con un gorro y una capucha puesta de un pijamita de rayas, mientras él tiene su cabeza pegada mirándole con ojos llenos de amor. Junto a la tierna estampa ha escrito: "My sunshine". Por otro lado, la tenista subió otra imagen con su otro hijo es brazos dándole un beso en la mejilla mientras escribía las mismas palabras.
Enrique Iglesias y Anna Kournikova están entregados al cuidado de sus pequeños, tanto es así que no fueron a la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco en la isla Mustique, momento en el que no se sabía la verdadera causa de su ausencia.
La que ya ha conocido a los pequeños ha sido Isabel Preysler, la abuela paterna, quien viajó hasta Florida la víspera de Reyes para estar cerca de su familia. "Estoy feliz con mi tercer y cuarto nieto. ¡Cómo no iba a estarlo! Siempre he dicho que, a estas alturas de la vida, debería estar rodeada de nietos. Parece que, afortunadamente, ¡se han puesto manos a la obra!", dijo días antes de su viaje.
Por otro lado, Preysler adelantó a ¡Hola! que su hijo es completamente feliz en estos momentos. Aunque nadie se había enterado del embarazo de Anna Kournikova, la socialité sí estaba al tanto de la próxima paternidad de su hijo, y sobre el 'secretismo' que ha habido alrededor del embarazo, concretó: "Ha sido un embarazo perfectamente normal y no ha tenido que guardar reposo en ningún momento. Anna no ha necesitado esconderse, lleva un vida muy normal y muy casera. Se ha limitado a vivir su día a día habitual con Enrique, la familia y amigos".
¿Habrá boda?
La pareja no ha podido empezar el año de mejor manera, y es que en más de una ocasión habían expresado su deseo de convertirse en padres. De momento la boda se ha quedado al margen y ahora tienen dos claras prioridades. Además, el cantante dijo al respecto al programa 'Sunday Morning' de la CBS lo siguiente: "Somos muy felices. Llega un momento cuando has estado con alguien suficiente tiempo que creo que estás como casado. Supongo que la única diferencia es que no hemos caminado hacia el altar".