El exfutbolista salió junto a unos amigos a un restaurante parisino, pero se mostró muy sombrío en todo momento.
La historia entre Gerard Piqué y Shakira se ha convertido en una guerra pública. La ruptura entre el futbolista catalán y la cantante colombiana ha copado todos los titulares desde hace días, especialmente tras la publicación de la artista de su última canción, la sesión número 53 junto al productor Bizarrap, en la que ataca directa e indirectamente a su exmarido y a la nueva pareja de este, Clara Chía. Tras el huracán que provocó la canción, que batió récords de escuchas en sus primeras horas, Gerard Piqué no se ha dejado ver públicamente, más allá de las apariciones que su trabajo le obliga a hacer y en las que ha bromeado sobre el tema de su pareja, mostrando el tan mencionado Casio o conduciendo un Twingo, ambos objetos mencionados en el tema de Shakira.
Por eso han impactado tanto las últimas imágenes de Piqué, en las que aparece visiblemente sombrío y muy serio, un gesto muy distinto al que ha estado mostrando a través de las cámaras. Parece ser que el drama mediático que está protagonizando con su exmujer le ha afectado mucho más de lo que ha dejado ver, y en la intimidad el exfutbolista acusa esa presión. En las fotografías Gerard Piqué aparece vestido de forma informal, con una sudadera negra y un pantalón de chándal gris. Encima, una gran chaqueta, con la intención de quitar el frío de enero. Durante una escapada a París, en la que no lo habría acompañado Chía, el deportista ha aprovechado para cenar con unos amigos en un restaurante de la ciudad francesa y olvidar un poco sus problemas, Piqué ha demostrado no estar llevando tan bien como parecía su separación.
Un divorcio complicado
Los meses de negociaciones que la pareja protagonizó por la custodia y lugar de residencia de sus dos hijos, Milan y Sasha, llegaron a su fin con el acuerdo de los dos. Finalmente, Shakira podría conseguir su propósito de mudarse con los dos pequeños a Miami, lugar en el que reside gran parte de su familia, y dejar atrás todos los problemas que el último año han asolado a su vida. Gerard Piqué, por su parte, continuaría con su vida en su Barcelona natal, esta vez de la mano de su nueva pareja, Clara Chía, y viajaría de forma mensual hasta el país norteamericano para estar con sus hijos al menos quince días de cada mes. Pero, a diferencia de lo que parecía, el problema estaba lejos de terminar, y esa no ha sido la única dificultad a la que han tenido que hacer frente.
Así, la pareja continúa con sus disputas tanto en la intimidad como ante el público y Piqué, por mucho que trate de disimular, no puede evitar mostrarse afectado por todo. La salida con amigos quizá consiguió despejarlo un poco, pero no que se olvidara del todo de los problemas que lo rodean. Una vez terminó la velada, el exjugador fue visto abandonando la calle a lomos de una moto.