Sin embargo, hay dos diseñadores (quizás los dos más importantes de la segunda mitad del siglo XX) que no se enfrentaron precisamente por su trabajo. Karl Lagerfeld e Yves Saint Laurent tenían muchas cosas en común, incluso tuvieron una gran amistad, pero la vida o sus entornos no quisieron que esto se mantuviera por lo que acabaron convirtiéndose en los 'Enemigos Íntimos' más destacados del mundo de la moda.
Un mismo punto de arranque
A principios de los 50, Karl Lagerfeld e Yves Saint Laurent participaban en un concurso de diseño organizado por el Secretariado Internacional de la Lana en París. Un certamen que podríamos mencionar como el inicio de la carrera de ambos. Su trayectoria en la moda comenzaba así con Saint Laurent, que solo tenía 18 años, clasificándose en primer y tercer puesto en la categoría de vestidos de noche, mientras que Lagerfeld se hizo con el triunfo en la categoría de abrigos.
Una adicción común
Su peculiar adicción común no es más que una curiosidad más que refleja que estos dos genios de la moda que creíamos tan diferentes eran sustancialmente muy parecidos. A pesar de su distinta trayectoria en su profesión (Saint Laurent optó por crear su propia marca y estilo, mientras que Lagerfeld siempre trabajó para otros nombres innovando en cada una de sus colecciones), ambos tenían multitud de cosas en común que consiguieron unirlos y separarlos al mismo tiempo.
¿El digno sucesor de Coco Chanel?
Si hay un punto que marca el inicio de la enemistad entre Karl Lagerfeld e Yves Sant Laurent es cuando la diseñadora Coco Chanel se posicionó cuando los dos jóvenes diseñadores empezaban a destacar. La francesa aseguró que Yves Sant Laurent era su digno sucesor en el trono de la moda, algo a lo que cualquiera de los dos querría aspirar en aquel momento. Este inocente comentario de la diseñadora que liberó a la mujer en la moda creó una rivalidad entre Lagerfeld y Saint Laurent quizá ellos mismo nunca quisieron tener.
Es curioso cómo con el paso del tiempo ambos acabaron formando parte innegable de ese trono de la moda. Por una parte, Lagerfeld que acabó haciendo reflotar la casa Chanel en la que trabajaría durante más de tres década. Y por otra, Saint Laurent, del que se dijo que había seguido con esa estela de libertad de la mujer en la moda iniciada por Coco Chanel dándole poder a las mujeres con sus diseños. Cuando la francesa falleció en 1971, las carreras del alemán y el argelino ya ascendían sin reparo hacia lo más alto, pero no llegó a ver cómo se enfrentaron para siempre por un hombre.
La llegada del ángel negro
En 2014 se estrenaron dos documentales que narraban la vida de Yves Sant Laurent. Cinco años después de su muerte muchos repararon en la presencia de un peculiar personaje en la vida del diseñador con estos biopics. Así salió a relucir la figura de Jacques de Bascher que algunos desconocían. De Bascher fue uno de los puntos en común en la vida del diseñador argelino y Karl Lagerfeld y fue lo que muchos aseguran que los separó para siempre.
Jacques de Bascher era un aristócrata francés tremendamente excéntrico y misterioso que se convirtió en algo así como un amor platónico de Lagerfeld durante más de 15 años hasta que el francés falleció en 1989. Cuentan que fue a raíz de su muerte cuando el kaiser de la moda empezó a lucir sus icónicas gafas de sol. Pero la influencia del escandaloso aristócrata en la historia de la moda no quedó ahí. Aparte de ser una especie de musa para Lagerfeld, De Bascher fue amante de Yves Saint Laurent. Durante tres años el diseñador estuvo obsesionado con él y se dejó arrastrar a los sórdidos mundos de las drogas por él.
Fue precisamente en una icónica fiesta organizada por el francés en París en honor a Karl Lagerfeld durante el otoño de 1974, Moratoir Noire, cuando muchos cayeron en la cuenta de que Jacques de Bascher se había convertido en un punto en común entre los dos diseñadores, ya que Yves acudió a la fiesta a pesar de no mantener buena relación con el alemán. Esto marcó la relación de Saint Laurent y Lagerfeld para siempre, del mismo modo que marcó la vida de ambos por separado. ¿Habrían llegado a compartir alguna Coca Cola de no ser por la presencia del llamado ángel negro?