El inicio de sus carreras
Nacieron con cuatro años de diferencia y casi con cuatro años de diferencia arrancaron sus carreras en el cine. Sara Montiel (Campo de Criptana, 1928) se estrenó en la gran pantalla en 1943 con la película 'Te quiero para mí', aunque no sería hasta 1948 cuando le llegara el éxito y el reconocimiento con el film 'Locura de amor'. Ese mismo año, una jovencísima Marujita Díaz (Sevilla, 1932) se ponía a las órdenes Florián Rey en la que sería la primera película de la actriz, 'La Cigarra'. Así despegaban las carreras de dos jóvenes actrices y cantantes que con el tiempo se convertirían en dos de las más icónicas estrellas de nuestro país.
El éxito nacional e internacional
Rápidamente, ambas destacaron en la industria nacional, lo que les hizo dar el salto al extranjero. Sara Montiel continuó con mucho éxito su carrera en México y se convirtió en una de las primeras actrices españolas en dar el salto a Hollywood con películas como 'Veracruz' o 'Serenade', así comenzaría a codearse con artistas de la talla de Elizabeth Tylor, James Dean o una debutante Sophia Loren. Por su parte, Marujita Díaz consolidaba su carrera con actriz internacional con distintos proyectos en México, Cuba o Argentina.
Ambas intentaban compatibilizar sus trabajos internacionales con sus películas en España y llegarían éxitos como 'El último cuplé' de la de Campo de Criptana o la consolidación de la andaluza como "la reina de la copla". Así, cada una iría marcando su camino con sus diferentes estilos. Mientras Saritísima optaría por el género cinematográfico más dramático con sus cuplés y boleros, la del inovidable movimiento de ojos optaría por acercarse a la comedia y se inclinaría por la copla y los tangos.
Su primer matrimonio
Aunque no eclipsaría sus carreras hasta años después, la historia amorosa de ambas es digan de capítulo aparte. Con tanto éxito, talento y belleza (Sara Montiel llegó a ser considerada como el rostro más bello de nuestro cine) a ninguna de las dos les faltaban los hombre y nunca les faltaron. A pesar de que esto no indique tener la tan ansiada "suerte en el amor", se podría decir que tanto Sara Montiel como Marujita Díaz gozaron de una rica y curiosa vida amorosa que las llevó por varios matrimonios.
Lo más curioso es que el primer matrimonio de ambas llegaría con tal solo un año de diferencia. En 1957 Sara Montiel se casó con Anthony Mann, director de cine al que conoció durante el rodaje de la película 'Serenade' y con el que estaría durante seis años. Por otro lado, Marujita Díaz se casaría por primera vez en 1958 con el venezolano Espartaco Santoni con el que iniciaría además una relación profesional que les mantendría unidos en el cine durante años. Su matrimonio también acabó a principios de los 60. Aunque sus primeros matrimonios no se podrían calificar como duraderos, esto no frenó a estas dos actrices en su búsqueda del amor. Marujita Díaz se volvería a casar en 1964 con el bailarín Antonio Gades (con el que tan solo vivió 20 días de matrimonio) y Sara Montiel se casaría tres veces más.
El gran apoyo de Sara Montiel
En los primeros años ya comentados surgiría la amistad entre ambas tras ser presentadas por una amiga en común. Con el tiempo y cuando las dos ya conocían el éxito internacional llegó uno de los varapalos más fuertes de la vida de Sara Montiel. Su madre fallecía en 1969 dejando a la actriz desconsolada, llegando a padecer una gran depresión. En ese momento llegaría uno de los puntos claves de la amistad entre la protagonista de 'La violetera' y Marujita Díaz.
Esta última, para ayudar a su amiga a superar el duro trago que estaba viviendo, la acogió en su casa y la estuvo apoyando al máximo durante muchos meses. Gracias al humor de Marujita, a las guerras por ver quien cocinaba mejor y a sus tertulias sobre los pormenores dela prensa del corazón de entonces, Sara Montiel consiguió superar la muerte de su madre y encontró en Marujita Díaz una gran amiga que le duraría toda la vida.
Sus carreras se apagan
Y del mismo modo que Marujita Díaz y Sara Montiel vieron cómo despegaban sus carreras a principios de los 50, vieron cómo se apagaba la luz de su éxito con el paso del tiempo. De manera casi inevitable, ambas actrices tuvieron que ver como sus contratos de trabajo disminuían para dar paso a nuevas generaciones de actrices y cantantes que se adaptaban más a las nuevas corrientes culturales.
Con el folclore casi desbancado de la gran y la pequeña pantalla, Marujita Díaz y Sara Montiel vieron sus carreras reducidas al recuerdo de un tiempo mejor y poco a poco empezaron a destacar en la prensa (principalmente en la del corazón) por cuestiones nada cercanas a su trabajo como actrices.
Los amores cubanos
Otra de las cosas en las que Marujita Díaz y Sara Montiel coincidieron fue en sus romances cubanos. Dinio García, al que conocimos precisamente por su historia de amor con la sevillana, fue invitado por Marujita a venir a España tras conocerlo en su Cuba natal y se paseó con él por todos distintos eventos y platós para que quedara bien claro que había vuelto a encontrar el amor, o, al menos, a un acompañante perfecto que no dudó en aprovechar la fama de la actriz para convertirse en un habitual de nuestros platós.
Por su parte, la historia de Sara Montiel y su amor cubano, Tony Hernández, fue algo menos mediática aunque probablemente con un trasfondo más real. Aunque les separaban 30 años de diferencia, eso no fue problema para unirse en matrimonio, convirtiéndose en el último marido de la actriz tras haberse casado en 2002 hasta que se separaran tres años después.
El 'duelo de divas'
Fue precisamente la celebración de esa cuarta boda de Sara Montiel lo que las enfrentó públicamente, ya que Marujita Díaz no había sido invitada. Desde ese momento, la sevillana no tuvo problema en empezar a criticar ciertas actitudes y comportamientos de la que hasta entonces había sido su amiga y comenzó su guerra mediática. Los paseos por platós de ambas dejaron perlas de todo tipo tachándose la una a la otra de mentirosa, envidiosa y queda bien. Hasta que los programas 'Salsa Rosa' y 'En Antena' decidieron juntarlas para que arreglaran sus diferencias.
Aunque el esperado cara a cara se vendió como un auténtico "duelo de divas", lo que salió a relucir la noche que ambas visitaron el programa de Jaime Cantizano fue los buenos recuerdos que guardaban de todas su vivencias juntas, aunque entre anécdotas y nostalgia se colara algún que otro zasca. Por su parte, en el plató de Telecinco la tensión estuvo más presente y, aunque sea un reencuentro digno de ver, en muchas ocasiones no pudieron aguantar la risa evidenciando su verdadero buen rollo. Muchos aseguraron que no eran más que enfrentamientos pactados por ambas para mantenerse en el candelero.
Reconciliadas tras la muerte de Saritísima
Finalmente ambas acabarían retomando su buena amistad gracias al gran cariño que se tenían la una a la otra. Un cariño que fue más que evidente cuando Sara Montiel falleció el 8 de abril de 2013. Aquel trágico día Marujita Díaz no pudo evitar mostrarse desconsolada ante todas las cámaras que siguieron la muerte de la actriz asegurando que había perdido a una gran amiga.
"Éramos como hermanas y nos entendíamos muy bien", declaró entonces Marujita Díaz asegurando que "sus roces eran gajes del oficio". Está claro que ambas estuvieron muy unidas durante sus vidas y Marujita Díaz fue una de las partícipes de intentar mantener el legado de la que había sido su amiga tras su muerte hasta que dos años después falleció a causa de un cáncer. Su estrella se apagó para siempre el 23 de junio de 2015.