Una pareja de actores puede tenerlo muy difícil para poder encontrar un hueco en sus apretadas agendas, los rodajes y tours de promoción consumen mucho tiempo. Pero a veces se tiene la suerte de coincidir en alguna ciudad donde, además de trabajar, se puede disfrutar de una velada de lo más romántica, como es el caso de la que han vivido Emma Stone y Andrew Garfield.
La bella y el barbudo
Lo han hecho en condiciones, ella luciendo un bonito vestido negro, y él de traje. Sorprende bastante la barba de Garfield, probablemente una exigencia de su próximo papel en 'Silence', lo nuevo de Martin Scorsese, en la que interpreta a un jesuita enviado a Japón. Stone tuvo mucho cuidado al subir al taxi acuático, quitándose los tacones para no estropear la noche que les esperaba.
A lo largo de su escapada se les ha podido ver de lo más acaramelados, con Stone aprovechando cualquier oportunidad para abrazar a su novio, o para plantarle un beso. Sin duda, habría sido un error desaprovechar la coincidencia de encontrarse en una de las ciudades más mágicas del mundo.