Fue en marzo de 2013 cuando Robin Thicke lanzaba el que sería uno de sus singles más conocidos junto a T.I. Y Pharrell Williams, ' Blurred Lines '. Parte del éxito de esta canción residió en su polémico videoclip en el que los tres cantantes bailaban con tres modelos semidesnudas y que 8 años después atesora en Youtube más de 700 millones de reproducciones. Una de esas tres chica que protagonizaban el clip era la ahora afamada modelo Emily Ratajkowski, cuya participación en él la convirtió en una de las chicas más buscadas del momento. Ahora, convertida ya en una celebridad de nombre propio, la británica ha denunciado públicamente el abuso sexual que sufrió precisamente durante el rodaje de este videoclip.
Ella mismo lo relata en el que será su libro 'My Body', que muy pronto estará a la venta. En él, Ratajkowski asegura haber sido víctima de abuso sexual por parte de Robin Thicke durante el rodaje del videoclip que le dio la fama. Todo ocurrió durante una de las escenas en la que ambos parecen estar tumbados en una cama, ella casi desnuda vistiendo simplemente un tanga y el cantante con un traje negro y gafas de Sol.
"Sentía la frialdad de las manos de un desconocido tocando mis pechos"
Fue entonces cuando ocurrió el episodio que ahora ha tenido la valentía de denunciar: " De repente, de la nada, sentí la frialdad y la extrañeza de las manos de un desconocido tocando mis pechos desnudos ", se puede leer en el fragmento que ahora ha visto la luz antes de su publicación. La modelo, consciente de que aquello no estaba bien, se apartó del cantante asustada y fue entonces cuando Thicke, que asegura la modelo que estaba bajo los efectos del alcohol, se tropezó e intentó disimular sonriéndole antes de que al directora del videoclip interviniese.
"¿De verdad queréis que alguien crea que fue una víctima?"
Fue en septiembre de 2020 cuando ella misma redactaba en un estudio que luego vería la luz a través de la revista Vulture cómo la fama que ganó a raíz de este videoclip le arrebató cualquier poder sobre su propio cuerpo, que parecía pertenecer a todas aquellas marcas que solo la quisieron por su físico en los inicio de su carrera. Una pérdida que sufrió también a manos del fotógrafo Jonathan Leder, quien abusó de ella en 2012 y que aún hoy en día sigue ganando dinero con unas imágenes suyas completamente desnuda.
Todo ocurrió cuando no era una modelo reconocida y accedía a trabajar confiando en convertirse en una modelo de renombre. " Muchos fotógrafos y agentes me habían dicho que mi cuerpo era una de las cosas que me hacían destacar por encima del resto de modelos. Mi cuerpo era como un superpoder ", recuerda de aquella sesión de fotos que comenzó siendo algo inofensivo para ella: "Lo siguiente que recuerdo es estar en la oscuridad (...) Las luces amarillas estaban apagadas y tenía frío, tiritaba y estaba acurrucada debajo de una manta. Estábamos en su sofá. No recuerdo habernos besado, pero si recuerdo que sus dedos de repente estaban dentro de mí ".
Años más tarde, cuando ya era famosa, el mismo fotógrafo que había abusado de ella publicó un libro titulado 'Emily Ratajkowski' en el que se publicaron las fotografías de esta sesión en la que había abusado de ella y de las cuales muchas de ellas eran verdaderamente vejatorias para la modelo. A pesar de que intentó evitar que viese la luz, nada pudo hacer para evitarlo comprobando como ni su propio cuerpo le pertenecía. Ella, capaz ya por aquel entonces de contar lo ocurrido, no fue escuchada por nadie y, peor aún, sirvió para ser todavía más desacreditada por lo que un día había hecho: " Jonathan dijo: 'Sabes de quién estábamos hablando, ¿no? Esa es la chica que estaba desnuda en la revista 'Treats!' y que saltaba desnuda en el vídeo de Robin Thicke. ¿De verdad queréis que alguien crea que fue una víctima? ". Un videoclip que le dio a la fama y cuyo precio fue ser víctima de otro abuso sexual.
