Emilia Clarke reveló hace no mucho que había sufrido dos aneurismas cerebrales que podrían haberla llevado a la muerte. Ahora la actriz ha compartido algunas imágenes de cómo vivió dichos momentos en el hospital y lo complicada que fue su recuperación. Clarke aparece en estas imágenes más frágil de lo normal, con semblante triste tumbada en la cama del hospital donde la trataron. La primera vez que sufrió un anerurisma tenía tan solo 24 años y fue justo después de haber rodado la primera temporada de 'Juego de Tronos'.
También en 'Sunday Morning' de CBS dijo: "La primera vez fue difícil, en la segunda encontré mucho más duro mantenerme optimista", y añadió: "Me lo tomé como si fuera una cosa del día a día". "Llegas al set, e interpretas a un personaje rudo, y caminas sobre fuego, y hablas a cientos de personas, y te piden que trabajes tan duro como puedas y eso es lo que me salvó de considerar mi propia mortalidad, sí", añadió.
Unos meses después los meses la aconsejaron que se operase, pero las cosas no fueron bien y sufrió un nuevo aneurisma. " La forma fácil de describirlo es que es el peor dolor de cabeza que un humano puede tolerar. Era muy intenso. Sabía que tenía daño en el cerebro. No sabía cómo. Moví mis dedos, pies, manos, me pregunté cosas, frases en Dothraki, intentaba forzar mi memoria para mantenerme consciente", añadió al respecto.
Siempre con optimismo
Ahora está completamente recuperada a pesar de esos duros momentos, y su sentido del humor es una de las cosas que le han ayudado a seguir: "Me petrificó la mayoría del tiempo. Ojalá pudiera sentarme aquí y decir que fue solo como '¡Sí, saltemos del avión!' Pero hice 'Juego de Tronos', que fue similar, algunas temporadas".