La actriz ha confesado en la revista New Yorker que sufrió dos aneurismas por las que tuvo que pasar por el quirófano y tomar morfina durante el rodaje de 'Juego de tronos'.
El pasado jueves 21 de marzo Emilia Clarke reveló en el revista New Yorker que había sufrido dos aneurismas mientras rodaba 'Juego de Tronos'. La actriz se ha atrevido a relatar lo que le sucedió y cómo se sintió al respecto, confesión que coincide con el lanzamiento de su nuevo proyecto. La actriz ha creado una organización benéfica llamada 'Same You' para proporcionar tratamiento a las personas que han sufrido lo mismo que ella.
El primer episodio trágico sucedió en 2011 cuando la actriz estaba rodando la primera temporada de 'Juego de Tronos'. A los 24 años, Emilia Clarke, se encontró en una situación bastante difícil. Tal y como ha contado la propia actriz, se encontraba entrenando en Londres cuando sintió "como si una banda elástica estuviera estrujándome el cerebro" ante lo que se tomó un descanso y fue al baño. "Alcancé el lavabo, me caí de rodillas y empecé a vomitar de manera violenta y abundante mientras el dolor se volvía peor", continua la actriz. Tras esto fue trasladada al hospital donde se enteró de que había sufrido una aneurisma. Una aneurisma es una ruptura arterial en el cerebro que suele causar la muerte a un tercio de los pacientes que la sufren. Emilia Clarke tuvo suerte y al llegar al hospital la operaron, algo con lo que ella no estaba muy de acuerdo porque sentía que si lo hacían no iba a tener tiempo para recuperarse y estrés que le producía 'Juego de Tronos'. Tras la operación la actriz recuerda que perdió la memoria, algo que le asustó bastante: "Soy una actriz, necesito recordar mis papeles. Y ahora no recuerdo ni mi propio nombre".
"Cada minuto de cada día pensaba que me iba a morir"
Pero eso no fue todo, tras la operación le encontraron una segunda aneurisma que podría reventarse pero Emilia Clarke decidió no operarse, decisión por la que dos años más tarde tuvo que volver a pasar por el quirófano tras haberse duplicado el tamaño de la aneurisma. Sien embargo, en esta operación se produjeron complicaciones que casi le hacen perder la vida a la actriz.
Toda esta situación le ha provocado a Emilia Clarke una incertidumbre constante sobre su salud: "Cada minuto de cada día pensaba que me iba a morir". Además confesó que tuvo que tomar morfina durante las entrevistas con los medios para aliviar el fuerte dolor que tenía. "Hay algo gratificante, más allá de afortunado, en llegar al fin de 'Juego de Tronos'. Estoy feliz de estar aquí para ver el final de esta historia y el inicio de lo que sea que venga después" cerraba así Emilia Clarke su confesión.